
Desplome mundial: el Ibex 35 se hundió el 3,59%. Quien ayer hubiese visto la bolsa antes de irse a comer se habría llevado un buen susto al volver. Posiblemente le costaría responderse a la pregunta de por qué se estaba desplomando la renta variable sin distinción a uno y otro lado del océano y qué pasaba para que la deuda pública volviese a ser el refugio de los inversores.
Fitch alerta sobre la banca griega, Estados Unidos publica un mal dato... Argumentos que quizá en otro momento de mercado no hubiesen provocado caídas tan drásticas de la bolsa. Entonces, ¿por qué sufrió tanto la renta variable?
La respuesta está en el clima de miedo a que la economía sufra un frenazo. En el caso europeo, Francia ha dado ya síntomas de estancamiento y Alemania, tras publicar datos preocupantes como el último índice PMI manufacturero que ha mostrado contracción, se ha visto obligada a reconocer que su economía crecerá menos de lo que esperaba antes.
Pero antes de que el país de Angela Merkel aceptase que crecerá menos, ya lo había anunciado el Fondo Monetario Internacional, y no solo con Alemania. El tirón de orejas fue mundial, y lo fue literalmente, porque la institución recortó su previsión de crecimiento global una décima para este año y dos para 2015.
Los bancos centrales
A todo ello hay que añadirle que Mario Draghi se ha retirado a un segundo plano. El presidente del BCE dejó de cumplir con lo que descuentan los mercados por primera vez en mucho tiempo. En su última reunión, ni quiso detallar el importe de su programa de compra de activos, ni mucho menos adelantó la posibilidad de un programa de compra de bonos al estilo de la Reserva Federal de EEUU (conocido como QE), programa que, por otra parte, espera el mercado.
Según la última encuesta de Bloomberg, un 53% de los analistas considera que sí lo anunciará, aunque la mayoría, un 90%, lo retrasa hasta 2015. Posiblemente uno de los mensajes que peor se tomó el mercado de su última intervención pública sea el de que el problema radica en la falta de reformas estructurales por parte de los gobiernos. En otras palabras, el BCE puede tomar medidas, pero tiene límites.
Por si la eurozona estaba poco revuelta, el Eurogrupo puso en duda los planes de Grecia para salir del rescate el próximo año y financiarse por sí mismo. El bono heleno estalló entonces hasta el nivel del 7%, por primera vez desde marzo (este miércoles se tensionó todavía más, hasta el 7,85%), y solo un día después, la agencia de calificación de riesgos Fitch alertaba de que algunos bancos griegos podrían no aprobar los test de estrés que llevará a cabo el Banco Central Europeo a todas las entidades de la eurozona (se publicarán el 26 de octubre).
Mientras tanto, en Estados Unidos, las últimas comunicaciones de la Reserva Federal -las actas de la última reunión- han mostrado preocupación por el frenazo de la eurozona y por la apreciación del dólar. El dato de ventas minoristas de septiembre cayó por primera vez desde enero.
Aparte de las bolsas, el que también parece estar adelantando una posible recesión es el precio del petróleo. A principios del mes de septiembre perdió los 100 dólares, esta semana cayó bajo los 90 dólares por barril en Europa y la Agencia Internacional de la Energía ya ha pronosticado que la demanda será la menor desde el año 2009.