Siempre se ha dicho que la unión hace la fuerza, pero es verdad que ésta no evita las pérdidas. Aunque Iberia y British Airways anunciaron la semana pasada las condiciones de su fusión, con la que se colocarán como la quinta empresa por facturación del sector y conseguirán unas sinergias de 400 millones anuales, la nueva sociedad no va a poder escapar de los números rojos el próximo ejercicio.
Se calcula que, en 2010, podría tener un agujero económico de 63 millones, una cifra inferior a los 729 millones de euros estimados para este ejercicio, en caso de que se contabilizaran proforma las pérdidas de cada aerolínea. Y es que en 2009 Iberia va a acabar con una racha que se prolonga desde que salió a bolsa en 2001. Una vez superadas estas primeras turbulencias, se espera que los resultados del nuevo gigante aéreo europeo empiecen a despegar en 2011, donde alcanzaría un beneficio neto de 307 millones -siendo así la octava del sector, según los analistas-.
Costes de 350 millones
Según los expertos, una de las razones es que la fusión no se cerrará hasta después del verano de 2010, por lo que cada una tendrá que seguir caminando sola en los próximos meses, sin poder crear sinergias y recortes de costes hasta la última parte del ejercicio, por lo que el impacto positivo de la operación va a ser residual en sus cuentas de 2010. Además, ambas aerolíneas han anunciado que los costes de la puesta en común de sus negocios alcanzarán 350 millones en cinco años. Un importe que no contabilizan las previsiones de los analistas y que se repartirá en los gastos de próximos ejercicios.
Está previsto que durante el primer trimestre se dé por terminado el proceso legal y financiero, lo que servirá para determinar el plan definitivo de sinergias. Los expertos aseguran que, como muy tarde, a principios de noviembre de 2010 se someterá el acuerdo de fusión a ambas juntas de accionistas, y en un mes se ejecutaría la operación.
Además, hay que tener en cuenta que el sector está sufriendo un mal momento en el último año por la crisis económica. De media, el beneficio de las 20 aerolíneas más grandes del mundo va a caer un 55% este ejercicio. Los expertos aseguran que, aunque la reducción en términos de pasajeros parece haber tocado fondo, la demanda se muestra muy sensible a los precios -especialmente en el largo radio-, lo que provoca la caída del ingreso medio por pasajero.
A ello se une que el precio del crudo está volviendo este año a dar algún que otro disgusto, puesto que el barril europeo sube más de un 70% desde enero y en la última parte del año la media del precio está por encima del de 2008.
Además, se da la particularidad de Iberia en el mercado español, que está sufriendo por un lado el impacto de la recesión económica, junto con la nueva competencia que suponen las líneas del AVE, especialmente en competencia con el Puente Aéreo Madrid-Barcelona.
A pesar de las pérdidas, los analistas han empezado a subir sus valoraciones sobre Iberia (IBLA.MC) tras la fusión, con lo que ya se ha convertido en una recomendación de compra por el consenso de mercado, que recoge FactSet. De hecho, la última firma en incrementar su precio objetivo ha sido Cheuvreux, que ha pasado de los 2,07 euros a los 3,1 euros, lo que otorga a los títulos un potencial del revalorización del 51% en los próximos meses. También ha aumentado su valoración Interdin, que recomienda comprar y considera que el valor puede rozar los 3,5 euros.