Bolsa, mercados y cotizaciones

No hay contratos de futuros para todo: EEUU prohíbe especular con cebollas tras la estafa que reventó el mercado por completo

  • En los años 50, dos especuladores acapararon el mercado de cebollas
  • Chantajearon a los productores y el Congreso tuvo que impulsar una ley
  • En 2010 se añadió a la ley la prohibición de futuros con las taquillas de cine
Camión cargado de sacos de cebollas. Foto: iStock

Cualquiera mínimamente cercano a los mercados financieros ha oído hablar de los contratos de futuros. Se trata de acuerdos legales entre dos partes para comprar o vender un activo subyacente (como una materia prima, una divisa o un índice) a un precio predefinido en una fecha específica del futuro. Estos contratos se negocian en mercados organizados y su principal propósito es la cobertura, permitiendo a productores y empresas asegurar precios futuros; si bien también abren la puerta a la especulación, ya que dan pie a los inversores a apostar sobre la dirección futura del precio del activo. En el terreno de las materias primas, es habitual oír hablar de futuros del petróleo, gas, oro, cobre, trigo, arroz, azúcar... e incluso del zumo de naranja. Parece que puede haber futuros de todo. Pero no. En EEUU están prohibidos los contratos de futuros sobre las cebollas y, de forma un poco más extemporánea, sobre los ingresos de taquilla de los cines. Para entender el por qué, hay remontarse más de medio siglo atrás.

Los mercados de futuros se desarrollaron en parte para ayudar a los agricultores y a otros compradores y vendedores a hacer frente a la volatilidad de los precios de las materias primas agrícolas. "Los mercados de derivados de materias primas surgieron del deseo de los agricultores de reducir la incertidumbre del cultivo y la venta de productos agrícolas mediante la fijación de precios. Con los contratos de futuros, los agricultores podían fijar el precio futuro de sus cosechas, protegiéndose así contra el riesgo de que una mala cosecha hiciera bajar los precios o que la demanda de diversos productos provocara una volatilidad indeseada de los precios", explica Hannah Boundy, socia fundadora y directora general de Sherwood Financial Partners.

Por razones geográficas, Chicago se convirtió en el centro del comercio de materias primas en EEUU. Durante décadas, el mercado allí estuvo en gran medida sin regular y las leyes introducidas después no consiguieron frenar todos los abusos, como acabó ocurriendo con las cebollas en los años 50.

Los futuros de cebolla se introdujeron en la Bolsa Mercantil de Chicago en 1942. Esta bolsa fue el resultado de una transformación en 1919 de la antigua Junta de Mantequilla y Huevos de Chicago. En ese momento, la bolsa estaba introduciendo el comercio de nuevas materias primas no cubiertas por los controles de precios en tiempos de guerra. El objetivo era revitalizar una bolsa que se había vuelto inactiva. La CME estuvo inactiva durante los años de la guerra y las cebollas ayudaron a mantener la relevancia de la bolsa.

En 1955, dos especuladores trazaron un plan para acaparar el mercado de cebollas en EEUU. La estructura del mercado de cebollas, y en particular la del mercado de contratos de futuros de cebollas, lo hacía propicio para la manipulación. El resultado final fue la prohibición del comercio de futuros de cebollas en los EEUU, la única materia prima sujeta a tales restricciones hasta la fecha. En 1958, el Congreso aprobó la Ley de Futuros de Cebolla, promulgada por el presidente Eisenhower. La norma se amplió en 2010 para añadir los futuros sobre la taquilla cinematográfica a la lista de contratos de futuros prohibidos, en respuesta a las presiones ejercidas por la Motion Picture Association of America.

El gran culpable de todo esto fue un hombre llamado Vincent Kosuga, quien más tarde sería conocido como el 'Rey de la cebolla'. Originalmente, Kosuga era un agricultor que cultivaba cebollas en el noreste en la década de 1930. Pero también era comerciante de materias primas y negociaba activamente con futuros de materias primas en la bolsa de Chicago. Durante un tiempo, Kosuga negoció con futuros de trigo, y estuvo a punto de quebrar tras varias apuestas fallidas. Entonces se pasó al mercado de la cebolla, con el que estaba más familiarizado.

Al ver la oportunidad de controlar el mercado, Kosuga comenzó a comprar cebollas por todo el país. En otoño de 1955, él y su socio Sam Siegel habían conseguido controlar el 98% del mercado de cebollas. Tras acaparar el mercado, se reunió con los demás productores de cebollas y les amenazó con inundar el mercado a menos que acordaran colectivamente subir el precio de las cebollas. Los demás productores aceptaron y comenzaron a comprar las existencias de Kosuga a estos precios elevados. Al ver otra oportunidad de sacar provecho de los mercados, Kosuga y su socio dieron un giro y compraron posiciones cortas en una gran cantidad de contratos de cebollas.

Camiones de cebollas al río

Rompiendo su palabra, Kosuga y Siegel inundaron el mercado con todas las cebollas que habían almacenado físicamente en varios almacenes locales. En un momento dado, el precio de las cebollas había bajado tanto que la bolsa de lona en la que se encontraban valía más que las propias cebollas. Los precios alcanzaron un mínimo de tan solo diez centavos el 15 de marzo de 1956. A estos bajos precios, los agricultores y otros recogían cebollas simplemente para conservar las bolsas en las que venían; las desechaban o las usaban como fertilizante. La situación se agravó tanto que hubo que tirar camiones llenos de cebollas al río Chicago.

Aún a día de hoy se especula con que Kosuga obtuvo una ganancia de 8,5 millones de dólares con su cuestionable negocio. Sin embargo, como resultado de esta manipulación, perdió sus privilegios comerciales en la Bolsa Mercantil de Chicago. Los productores de cebolla protestaron por las actividades de Siegel y Kosuga y, tras ser presionado por ambos para que se deshiciera de sus reservas de cebolla, el productor de cebolla de Michigan, Vergil Baldwin, quien también era presidente de la Asociación Nacional de la Cebolla, presidió una reunión de esta asociación que resolvió prohibir la negociación de futuros de cebolla.

En respuesta a la creciente presión, el Congreso de EEUU tomó cartas en el asunto. Se celebraron audiencias y la causa de los productores de cebollas pudo verse favorecida por el hecho de que Vergil Baldwin impulsó la causa con el representante de Michigan y futuro presidente Gerald Ford, quien patrocinó el proyecto de ley. El resultado de la investigación fue la referida norma de 1958. La restricción a la negociación con cebollas supuso un perjuicio nada desdeñable para la Bolsa Mercantil de Chicago. La bolsa seguía dependiendo en gran medida del comercio de huevos y cebollas para gran parte de su volumen, y el negocio de los huevos también estaba en declive. En la década de 1960, el comercio de bacon despegaría y reactivaría la bolsa.

Algunos analistas consideran más de 50 años después que la prohibición de la negociación de futuros de cebolla puede haber sido una respuesta demasiado drástica a las actividades de un par de especuladores. A fin de cuentas, resalta la mayoría, el mercado de futuros de cebolla fracasó tan rápidamente porque era relativamente ilíquido, estaba controlado por pocos operadores y, en esencia, no estaba regulado. De hecho, en la década de 2000, los precios de la cebolla eran significativamente más volátiles que los del maíz o el petróleo. Esta volatilidad llevó al hijo de un agricultor que inicialmente había presionado a favor de la prohibición a abogar por el retorno al comercio de futuros de cebolla.

En cualquier caso, el episodio remarca la necesidad de una normativa que impida los abusos. El 'Rey de la cebolla' no fue el primero en influir en los precios de mercado de un bien, ni fue el último, incide Boundy. La estratega de Sherwood recuerda episodios recientes como los foros de Reddit que influyeron considerablemente en los precios de las acciones de empresas en dificultades como GameStop y AMC a través de una operación conocida como short squeeze. También el caso de un family office previamente casi desconocido llamado Archegos Capital, que inundó los mercados con acciones de Baidu, ViacomCBS y otras firmas tratando de deshacerse de miles de millones de dólares de posiciones altamente apalancadas.

"Muchas teorías financieras y económicas se basan en la creencia de que los mercados financieros son eficientes, asignando eficazmente el capital a quienes pueden utilizarlo eficientemente. Estas teorías, además, suponen que, con el tiempo, esa asignación eficaz conducirá a un crecimiento ascendente a largo plazo. Desde su creación, los mercados financieros modernos han demostrado principalmente la veracidad de estas suposiciones. Sin embargo, a corto plazo, siempre hay excepciones a estas suposiciones", concluye Boundy llamando a buscar respuestas ante estos problemas.

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