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Esta diminuta isla pegada a Irán que rebosa petróleo es ahora mismo el punto más crítico del mundo para el crudo

  • Miedo a que Israel o Irán ataquen infraestructuras energéticas
  • La isla iraní de Kharg es un muy goloso objetivo para Israel 
  • Por ella pasa el 90% del crudo que exporta Teherán
Vista de la isla de Kharg en los años 70. Foto: Wikimedia Commons

Las implicaciones energéticas del intercambio de golpes entre Israel e Irán están agitando a los mercados. De momento, no ha habido ataques de gran envergadura sobre la infraestructura energética. Pero eso no quita que hayan estado a punto de producirse o que se vayan a producir más pronto que tarde. Dentro de lo vital que es Oriente Medio para el suministro energético mundial, en Irán hay un punto especialmente crítico del que no se habla tanto como del Estrecho de Ormuz. Han abundado los análisis que advierten de que un cierre del Estrecho de Ormuz decretado por Teherán como represalia al asedio de Israel bloquearía el tráfico comercial de más del 20% del petróleo mundial y una parte significativa del gas natural. Pero no se ha incidido tanto en la diminuta pero trascendental isla de Kharg, por la que pasan más del 90% de las exportaciones de petróleo de Irán.

Con una superficie de tan solo 24 kilómetros cuadrados, levemente menor que Isla Graciosa en Canarias o que el turístico municipio madrileño de Patones, esta isleta, más bien, situada en el golfo Pérsico, a 25 kilómetros al sur de la costa de Irán y a 483 km al noroeste del estrecho de Ormuz, es el nudo gordiano del crudo iraní y un muy goloso objetivo militar para Israel. Ni que decir tiene los riesgos que conlleva un posible ataque masivo contra la misma, al representar el petróleo iraní un 4% de la producción mundial.

De hecho, según informa Bloomberg, solo el presidente de EEUU, Donald Trump, ha podido impedir de momento que los misiles israelíes caigan sobre la isla. "La Casa Blanca probablemente ha intentado disuadir al primer ministro Netanyahu de un ataque a la isla Kharg, dado que este podría eliminar el 90% de las exportaciones petroleras iraníes. Sin embargo, cuanto más se prolongue este conflicto, más probable será que Israel intente recortar los fondos que Irán necesitaría para reconstituir su programa nuclear", señala una nota de investigación de los analistas de RBC Capital Markets recogida por la agencia financiera.

Desde mediados del siglo XX, esta pequeña isla se ha convertido en un punto estratégico clave en la infraestructura petrolera del país debido a su ubicación y a las capacidades que ofrece para el almacenamiento y el transporte del crudo iraní. Más del 90% del terreno de Kharg ha sido asignado a compañías petroleras y sus terminales. Ahora Kharg tiene la capacidad (con sus infraestructuras) de manejar hasta siete millones de barriles de crudo por día, según publica la Agencia de la Información Energética de EEUU en una nota. A pesar de las sanciones y la reducción temporal de las exportaciones, Irán ha continuado exportando grandes volúmenes de petróleo, y la isla Kharg sigue siendo el principal punto de salida para el petróleo iraní.

"La cuestión clave ahora es qué ocurrirá a continuación y qué suministros están en peligro. Irán es un gran exportador de petróleo, con una media reciente de exportaciones de crudo de 1,5 millones de barriles diarios, la mayoría de los cuales se envían a Asia, siendo China el principal comprador. La principal terminal de exportación de Irán se encuentra en la isla de Kharg, un lugar muy vulnerable a los ataques aéreos y con misiles. Si Israel atacara Kharg, una parte significativa de las exportaciones iraníes podría quedar fuera de servicio, al menos temporalmente, eliminando una importante fuente de suministro que ha contribuido a equilibrar el mercado en los últimos meses", alertaba el pasado viernes en un comentario para clientes Hakan Kaya, estratega de la firma global de gestión de inversiones Neuberger Berman.

Para Kaya, es patente que la infraestructura energética regional sigue siendo una vulnerabilidad importante. "Tanto Irán como sus vecinos del Golfo tienen yacimientos petrolíferos, refinerías y terminales de exportación cruciales dentro del alcance de acción militar. Los ataques a cualquiera de estos activos (mediante misiles, sabotaje o medios cibernéticos) podrían dejar rápidamente fuera de servicio millones de barriles por día".

Un ataque sobre este islote dispararía aún más unos precios del petróleo que ya están en 74 dólares el barril. Cabe recordar que hace solo un mes, a principios de mayo de forma más concreta, el precio del crudo Brent, de referencia mundial, estuvo a punto de perder los 60 dólares por barril. Solo la posibilidad o riesgo de que esta isla sea un objetivo de Israel genera ya una prima de riesgo sobre el crudo que está cotizando en estos momentos.

Muchos se preguntarán que ¿por qué es tan importante para Europa y el mundo entero si el crudo que transita por Kharg termina en su mayoría en China u otros países de Oriente? La clave está en que este 'crudo prohibido' sirve para dinamizar y mantener estable la oferta global de petróleo. Si Kharg o los yacimientos de Irán fuesen atacados de forma masiva, el petróleo que ahora fluye hacia el 'gigante asiático' se secaría, lo que forzaría a Pekín a buscar nuevos barriles en Arabia Saudí, Irak o Emiratos Árabes Unidos.

Es ahí donde comenzaría la competencia por el petróleo. Esos barriles de los países más importantes de la OPEP ya tienen clientes en la actualidad, por lo que se comenzaría a producir una suerte de subasta en la que ganaría el mejor postor, es decir, el que pague más por el petróleo, dando la vuelta a la situación que ha sucedido hasta ahora. Aun así, Arabia Saudí lleva meses incrementando su producción, lo que amortiguaría este impacto.

Frente a los embargos petroleros del pasado en los que la OPEP actuaba al unísono y sin fisuras, esta vez es diferente. Arabia Saudí está más cerca de EEUU que de Irán, mientras que la capacidad ociosa del reino (unos 2 millones de barriles) podría amortiguar (si se usa) el golpe que supondría el ataque directo sobre la isla de Kharg. Es esto, en parte, lo que está permitiendo que el precio del crudo cotice este lunes con cierta tranquilidad, incluso con leves descensos.

Aunque la situación no sea tan grave como en principio parece, cualquier ataque sobre el islote o el cierre del Estrecho de Ormuz tendría un impacto sobre el crudo casi inmediato, llegando a disparar el precio del barril hasta los 120 dólares en un escenario de bloqueo del estrecho, por ejemplo, según los analistas de Deutsche Bank. Aunque el mercado ha demostrado ser resiliente y contar con rutas alternativas, cualquier shock repentino de este tipo generaría un elevado pánico al principio, aseguran desde el banco de inversión alemán.

Desde Neuberger Berman hacen especial hincapié en el caso del gas: "En el mercado del gas, el mejor almacenamiento de Europa y las importaciones diversificadas de gas natural licuado (GNL) brindan cierta protección, pero cualquier interrupción en los flujos de GNL qatarí a través del Golfo tendría repercusiones globales, obligando a Europa y Asia a competir más intensamente por los cargamentos disponibles".

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