Bolsa, mercados y cotizaciones

Así ha desatado Trump el 'Make Europe Great Again': un alud de dinero llega a las bolsas europeas ante el caos de EEUU

  • Los fondos de inversión europeos reciben las entradas más fuertes desde 2018
  • El fin del "excepcionalismo estadounidense" dirige la rotación hacia el Viejo Continente
  • Los estímulos en Europa y la valoración frente a Wall Street apoyan la inversión
Europa se convierte en el destino de los inversores frente a EEUU
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Desde que Trump lanzase sus aranceles masivos a comienzos de abril contra el mundo, algo ha cambiado en la mentalidad de los inversores. Aunque el republicano haya optado por dar marcha atrás y poner encima de la mesa treguas para negociar acuerdos, los inversores tienen claro que se está produciendo una gran rotación que tiene un gran ganador: la bolsa europea. Aunque también ha afectado a otros mercados como el de renta fija, las acciones europeas se han convertido en un verdadero faro para el dinero que huye de EEUU en una tendencia que ha disparado Donald Trump y que diversos analistas han etiquetado como "Make Europe Great Again" (MEGA).

No se trata solo de una cuestión de sensaciones o de las subidas que ha logrado el EuroStoxx 50 tanto en el año como desde el 'Día de la Liberación". Los datos ya están empezando a cuantificar el dinero que está arribando a las costas del Viejo Continente. Por ejemplo, los fondos de gran capitalización de renta variable europea acumularon entradas netas de 32.000 millones de euros en el primer trimestre de 2025, con 17.000 millones de euros solo en marzo, según las cifras de Morningstar. "Esto indica un fuerte interés de los inversores en el mercado europeo", comentan los expertos de Schroders.

Ya en el mes de febrero se empezó a apreciar una entrada de inversión neta en fondos de inversión en Europa, de 10.000 millones de euros, según los datos de Morningstar que destaca Schroders, al cierre del mes de febrero. Es la entrada más fuerte que se ha producido en un solo mes desde principios de 2018, y rompe con una racha negativa de casi siete años en los que, con la excepción de 2021, la tendencia era la contraria, con salidas netas generalizadas en los fondos de inversión del Viejo Continente.

Sin embargo la inversión va más allá, algunos fondos están hablando abiertamente de que se refuerzan en Europa ante la situación global. Esto se ha visto refrendado con el último comunicado de Apollo, que ha anunciado que planea invertir 100.000 millones en Alemania la próxima década. "Creo que muchos inversores en Europa ven la oportunidad, y muchos inversores en Estados Unidos la ven ahora mismo en Europa. La ven en todo el ecosistema de capital privado y también en el de crédito", declaró Jim Zelter, presidente de Apollo Global Management.

Y Apollo no es, ni mucho menos, el único que ha decidido centrar sus inversiones en el continente europeo: este mismo martes, Steve Schwarzman, CEO de Blackstone, ha anunciado que la compañía está planeando invertir hasta 500.000 millones de dólares en la zona euro en los próximos 10 años. Para Schwarzman, "ahora lo vemos como una grandísima oportunidad", y señala cómo la zona euro "está empezando a cambiar su acercamiento, y creemos que esto desembocará a un aumento en las tasas de crecimiento"

Las consecuencias del fin al excepcionalismo americano

El jefe de asignación de activos de Société Générale, afirmó que la rotación fuera de los activos estadounidenses "continuará durante años si continúa la política comercial de Donald Trump". El experto cree que "el dominio financiero de Estados Unidos se está erosionando, con un creciente desinterés por el dólar, los bonos del Tesoro estadounidense y las acciones estadounidenses, en favor de los mercados europeos, japoneses y chinos". El estratega de Société Générale concluye que este "fin del excepcionalismo estadounidense" coincide con un renovado interés por la renta variable europea, percibida como infravalorada y más resistente.

Según La Financière de l'Échiquier sería Alemania la que más se beneficiaría de este cambio de rumbo del dinero. Alexis Bienvenu, gestor de fondos de la firma comenta que "Alemania se encuentra en un punto coyuntural donde podría cosechar los frutos de una orientación (aunque fuera parcial) de los flujos de activos tradicionalmente dirigidos hacia EEUU". El motivo que esgrime el analista es que, a diferencia de otros países de su alrededor Berlín vive un contexto de grandes cambios al reformar su techo de deuda.

Más allá de los aranceles, desde Julius Baer señalan que los nuevos presupuestos de Trump y la incertidumbre que han generado sobre la economía europea es también un factor clave. Mathieu Racheter, director de Investigación y Estrategia de Mercados, comenta que "la mayor incertidumbre política podría justificar una mayor prima de riesgo de la renta variable y reducir el interés extranjero por los activos estadounidenses". El Big Beautifull Bill del republicano sumará entre 3 y 5 billones de dólares en deuda a EEUU la próxima década, algo que ha provocado, por ejemplo, que Moody's retire la calificación triple A a EEUU, perdiendo así a la última agencia que le ofrecía ese estatus.

En lo que va de año el EuroStoxx 50 está experimentando un gran comportamiento con alzas del 10% frente al 2,3% del S&P 500 norteamericano. Por su parte, algunos de sus principales índices están teniendo un camino mucho más acelerado siendo, precisamente, la bolsa alemana una de las grandes ganadoras. El Dax alemán ya sube más de un 20%, superando con creces las caídas que provocaron los aranceles de EEUU. Mejor desempeño tiene incluso la bolsa española con alzas del 22%. Más humilde es el desempeño de las bolsas de París y Milán con subidas del 5,3% y 2% respectivamente.

Estímulos en Europa con una bolsa más barata

Pero, ¿por qué es la bolsa europea la beneficiada de este proceso y no, por ejemplo, la Japonesa?. La realidad es que la oportunidad ha pillado 'trabajando' a la renta variable europea. Desde Schroders dicen que el cambio de sentimiento y la rotación desde EEUU se ha mezclado con un cambio de paradigma para las bolsas de la región que se puede dividir en dos frentes muy diferenciados.

El primero es el giro en las políticas fiscales pues, según la gestora, es probable que las políticas fiscales inesperadas, como el aumento del gasto en defensa a nivel nacional y de la UE, tengan consecuencias de gran alcance para la renta variable. Estas políticas pueden crear nuevas oportunidades e impulsar el crecimiento en el centro de Europa.

El mejor ejemplo para ilustrar la diferencia que existe ahora entre las políticas en Estados Unidos y la zona euro lo representa Alemania. La primera economía de la zona euro acaba de aprobar una reforma de la Constitución para poder endeudarse, con reformas como la creación de un fondo para invertir en infraestructuras, de 500.000 millones de euros, una exención del techo de deuda para inversiones en defensa y una autorización para las autonomías para saltarse ese límite, además de una inyección de otros 100.000 millones de euros para los territorios federales.

En Estados Unidos, con una ratio de deuda PIB por encima del 120%, cerca del doble que Alemania, las políticas de los próximos años tendrán que estar destinadas a equilibrar la balanza del déficit, algo que presupone recortes de gastos y, desde luego, nada de nuevos estímulos hasta que la situación esté más estable. Así, la diferencia entre las políticas de estímulos, y de recortes, que parece que están aseguradas para Alemania y Estados Unidos, promete que los inversores en activos europeos tendrán el viento de cola de los estímulos, frente al obstáculo con el que se encontrarán en Estados Unidos.

En segundo lugar está la gran brecha de valoración que ya existía entre ambas. Según la firma "la renta variable internacional, incluida la europea, sigue cotizando con descuento respecto a la estadounidense", algo que ha fomentado esa lluvia de millones sobre las bolsas de París, Madrid, Berlín y Roma. A día de hoy, teniendo en cuenta las previsiones de beneficios que maneja el consenso de analistas de Bloomberg para este año, el EuroStoxx cotiza con un multiplicador de beneficios de 15,6 veces, frente a las 22,8 veces del S&P 500. Así, el beneficio previsto de la bolsa europea se paga más barato que el de la estadounidense, a pesar de que, en lo que va de año, la cotización del Eurostoxx sube más del 10,6%, frente al 2,4% del S&P.

Por su parte, a diferencia de EEUU, donde el mercado se ha concentrado en unas pocas manos, Schroders también remarca que la gran ventaja de Europa es que ofrece un "liderazgo más amplio". Es decir, hay un número mucho mayor de acciones líderes que están ganando en bolsa. Desde los bancos que están digiriendo bien el fin de los enormes tipos de interés tras el shock inflacionario, hasta la industria bélica, pasando por otros muchos sectores que están teniendo un buen comportamiento.

Por otra parte, independientemente de su buena marcha, desde Schroders defienden que "a medida que las tensiones comerciales se intensifican y las cadenas de suministro mundiales se ajustan, la diversificación de las inversiones en todas las regiones puede ayudar a mitigar la exposición de la cartera a las perturbaciones macroeconómicas". En este sentido, "los mercados europeos ofrecen un conjunto profundo y diverso de oportunidades, que puede ayudar a equilibrar una cartera y reducir el riesgo". Ahora queda por ver si Trump levanta el pie del acelerador y eso acaba dinamitando esa gran rotación a través del Atlántico. Sin embargo, pocos dudan de que ese "Make Europe Great Again" es a día de hoy una realidad.

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