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La OPEP intenta 'salvar' un acuerdo para recortar la producción de petróleo en una semana clave

  • La OPEP se reúne este miércoles y debe decidir los términos del recorte
  • Arabia Saudí lanza mensajes contradictorios con Irán en el punto de mira
Dreamstime

Semana clave para el petróleo a la espera de la reunión de la OPEP en Viena de este miércoles. Todos los actores dan por sentado un acuerdo para recortar la producción por primera vez en ocho años, pero la negociación, especialmente entre Arabia Saudí e Irán, será dura. Y. como hasta ahora, queda el interrogante del papel que jugará Rusia.

El actor clave es sin duda Arabia Saudí, que está mandando mensajes contradictorios en su 'lucha' con el resto de productores, especialmente Irak e Irán, para que se sumen al acuerdo. Así, ayer el ministro de Petróleo de Arabia Saudí, Khalid Al-Falih, anunció por primera vez que podría no hacer falta un recorte si no que con un incremento de la demanda se equilibraría la producción. 

"Esperamos que la demanda se recupere en 2017, los precios se estabilicen y que esto ocurra sin la intervención de la OPEP", aseguró Al-Falih. "No hay un camino único que sea recortar la producción en la reunión de la OPEP, también podemos contar con la recuperación del consumo, especialmente en EEUU".

Hasta ahora el objetivo pasaba por limitar la producción en una horquilla de entre 32,5 y 33 millones de barriles de crudo al día (mbd) en 2017, frente al récord histórico de 33,64 mbd que el grupo bombeó en octubre, según los datos publicados por la OPEP en su último informe mensual. Los catorce miembros del cártel ya alcanzaron un preacuerdo a finales de septiembre en Argel y esperan lograr en los próximos días el consenso sobre la forma de aplicarlo, para poder ratificar el pacto en su conferencia ministerial del 30 de noviembre en Viena.

Las dificultades del reparto del recorte

Sin embargo, la dificultad está en que los socios consigan ponerse de acuerdo sobre el reparto de la carga que supone reducir las exportaciones cuando ya están afectados por las reducciones de sus ingresos a raíz del desplome de los precios en más del 50% frente a los más de 100 dólares/barril de mediados de 2014. Se trata de ver cuántos barriles retira cada país del mercado, es decir, establecer cuotas nacionales de producción después de cinco años sin fijar topes individuales.

De hecho, han sido públicas y notorias las desavenencias de Irak e Irán, ya que ambos han mostrado su intención de no recortar la producción. Sus posturas se han suavizado, pero no hay que olvidar que hay países como Libia o Nigeria que quedaron exentos de recortar en el preacuerdo de septiembre. Algunos analistas creen que la postura de Arabia Saudí podría ser una estrategia negociadora para conseguir que su reducción sea menor de lo esperado, ya que debería recaer en su mayoría sobre sus hombros.

En este sentido, el diario Financial Times asegura hoy citando a fuentes saudíes que el país está dispuesto a recortar un 4,5% su producción, pero a cambio exige que Irán congele la suya. Además, quiere que las cifras que publique la OPEP sean aceptadas por todos, ya que no siempre coinciden con los datos que dan cada país de forma individual. 

Por último, Arabia Saudí quiere que cualquier acuerdo de recorte incluya a los países que no pertenecen a la OPEP, especialmente Rusia. Pero Rusia ya ha dicho que no van a recortar su producción y que solo están dispuestos a congelarla. 

Escepticismo de los productores

A la hipotética reducción del cártel, que según el preacuerdo de septiembre deberá ser de entre el 1,9% y el 3,4%, se deberían adherir algunos de sus más importantes rivales, como Rusia, Brasil, México, Kazajistán, Omán y Azerbaiyán, algo que se ve con cierto escepticismo en los mercados.

De forma oficiosa, ha trascendido que varios ministros de la organización y de los llamados "no-OPEP" podrían reunirse ya el lunes en Viena, pero Arabia Saudí canceló su participación, aunque los contactos "técnicos" se habrían sucedido. De hecho, la noticia ya provocó descensos del 4% del barril de petróleo el pasado viernes.

En contraposición, el ministro argelino de Energía, Nuereddín Butarfa, se mostró optimista sobre la posibilidad de alcanzar el consenso necesario al hablar, en declaraciones a la agencia argelina APS, de una propuesta "buena y equilibrada" del comité de expertos, que consideró una buena base de trabajo.

"Seguimos siendo optimistas para que la reunión de Viena refuerce el histórico acuerdo obtenido en Argel", declaró el ministro, y recordó que la meta es lograr el "reequilibrio del mercado", donde los precios se han visto lastrados por el excedente de la oferta.

La AIE espera un acuerdo

La Agencia Internacional de la Energía (AIE), defensora de los intereses energéticos de las naciones industrializadas, instó este mes a la OPEP a "no variar su producción para impulsar el precio" del crudo y dejar libres "a las fuerzas del mercado". Sin embargo, en su informe mensual publicado el pasado día 11, el grupo petrolero da por sentado que habrá "ajustes" en la producción petrolífera.

Según el documento, "los ajustes en el suministro, tanto OPEP como no OPEP, acelerarán la disminución del considerable excedente en los inventarios mundiales de petróleo y ayudarán a adelantar el reequilibrio del mercado".

Para 2017, la organización cifra en 95,55 mbd la demanda mundial de crudo y estima que 62,86 mbd serán cubiertos por sus competidores -si no recortan ni congelan su producción-, así como por otros hidrocarburos no convencionales. La diferencia, de 32,69 mbd, es la que debería ser aportada por la OPEP y coincide con el nivel previsto en el pacto de Argel.

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