Economía

Rajoy sube de nuevo los impuestos y sigue sin atreverse con las reformas

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Foto: Archivo

El Consejo de Ministros de ayer evindenció el inmovilismo del Gobierno con las reformas, al tiempo que consagró la inconsistencia del reciente mensaje del presidente, Mariano Rajoy, quien el pasado miércoles descartó nuevas subidas de impuestos "el viernes".

Así pues, las prometidas reformas del Ejecutivo no terminan de culminarse, mientras el Gabinete sigue anunciando en cada comparecencia señalada las mismas líneas maestras, con un calendario que sistemáticamente se aplaza.

Algo que sorprende sobremanera justo en unos momentos en los que los mercados, a través de la menor prima de riesgo, están dando una saludable tregua a España, un momento dulce digno de aprovecharse para abrazar con firmeza el impulso reformista necesario para sentar las bases del crecimiento y la recuperación del empleo.

Pero no. El Gobierno sigue teniendo pendientes para los próximos trimestres leyes anunciadas para el año pasado. Una situación de promesas incumplidas y desafíos sin realizar que se agrava si tenemos en cuenta que las autoridades europeas le piden al Gobierno español una profundización de la reforma laboral y enfatizar las medidas tendentes a apuntalar la sostenibilidad de las cuentas de la Seguridad Social. Es decir, más actuaciones en materia de pensiones.

El Ejecutivo se desdice

Por el lado de los impuestos, el Ejecutivo se desdijo ayer y finalmente anunció alzas fiscales por la vía de los gravámenes de carácter medioambiental, los impuestos especiales -excepto los de hidrocarburos- , y reconoció que subirá el Impuesto sobre Sociedades de forma indirecta. Es decir, a través de la supresión o reducción de deducciones. Una forma de operar una subida tributaria sin tocar los tipos impositivos.

Además, anunció un nuevo repunte del IRPF, al dar marcha atrás de su promesa de revertir el alza del gravamen complementario en 2014. Ahora es un año más tarde, en 2015, cuando prevé retirar el alza del Impuesto sobre la Renta. Así pues, será un año electoral el que en teoría vivirá la devolución del IRPF a lo que era aquel diciembre de 2011, en el que el primer Consejo de Ministros del Gobierno de Rajoy anunció sus primeras medidas de ajuste.

Dos años más para el déficit

Por otro lado, durante la rueda de prensa de ayer, tras la reunión del Gabinete -en la que compareció la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, flanqueada por los ministros de Economía y de Hacienda, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, respectivamente- los portavoces del Ejecutivo dejaron entrever que la relajación del déficit que recoge el nuevo cuadro macroeconómico ya se ha negociado con Bruselas. La nueva senda de consolidación presupuestaria retrasa dos años el abandono del protocolo de déficit excesivo, y da oxígeno para relajar las metas a las comunidades autónomas.

Al fin y al cabo, la dificultad para embridar las cuentas públicas es deudora de uno de los lastres de nuestro entramado tributario, que ayer reconoció el propio Montoro: su insuficiente capacidad recaudatoria. Con tal handicap, los ajustes por el lado del gasto no son compensados por repuntes en los ingresos de suficiente magnitud para cerrar la brecha del déficit.

En cuanto al cuadro macro, al fin se certificó ayer el empeoramiento de las perspectivas económicas que venían indicando los expertos.

El empleo no crece hasta 2015

El Gobierno ennegreció el escenario de caída desde el -0,5 al -1,3 por ciento para 2013, aunque mantiene su creencia en una recuperación en 2014. No obstante, ésta no será suficiente para crear empleo. En este punto, el cuadro macro que depara el lustro de crisis que llevamos a la espalda no recoge crecimiento del empleo hasta 2015, con un paro que no bajará del 25 por ciento. Eso sí, la inflación dará un respiro acercándose al 1 por ciento.

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