
La Eurozona sale de la recesión gracias al empuje de sus dos principales potencias. La economía de la región creció un 0,3% en el segundo trimestre respecto al primer trimestre, liderada por el repunte de Alemania, cuyo PIB creció un 0,7%, y Francia, que creció un 0,5%.
En términos interanuales, el PIB de la Eurozona se contrajo un 0,7%, según los datos que ha hecho públicos hoy Eurostat. Ambos datos son mejores de lo esperado, ya que los analistas consultados por Bloomberg esperaban que el bloque del euro creciera un 0,2% intertrimestral y se contrajera un 0,8% interanual.
De esta forma, la Eurozona deja de contraerse después de 18 meses, un año y medio, y aviva la esperanza de que su recuperación se consolide y se deje atrás finalmente la crisis de deuda. En el conjunto de la UE, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) entre abril y junio fue también del 0,3 %, mientras que en términos interanuales la contracción de los 28 fue del 0,2%.
Por países, la recesión continúa en España, cuyo PIB se contrajo un 0,1% y Holanda e Italia, con un -0,2% en ambos casos. Además de Francia y Alemania, destaca el crecimiento de Finlandia, un 0,7% y Portugal, que ha sorprendido con un 1,1%.
Fuera de la Eurozona también sobresale el buen dato de Reino Unido, cuyo PIB se incrementó un 0,6%.
"La recuperación está al alcance de la mano"
El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, ha reaccionado al dato en su blog, asegurando que "se está llegando a un punto de inflexión potencial en la economía europea", aunque ha reconocido que todavía es frágil.
Rehn cree que con los datos de hoy, unidos a algunos recientemente conocidos, "hay evidencias razonables que sugieren que la economía europea está ganando impulso gradualmente".
Asimismo, el vicepresidente de la Comisión cree que los datos apoyan la respuesta de la Eurozona a la crisis, la mezcla entre "una cultura de estabilidad y reformas estructurales" que apoyan al crecimiento y la creación de empleo. Por ello, cree que se debe perseverar en las medidas que se han ido adoptando.
Con todo, Rehn llama a no caer en la complacencia y espera que "no haya declaraciones prematuras y autocomplacientes que sugieran que 'la crisis ha acabado'", aunque añade que "una recuperación sostenida está ahora al alcance de la mano".