
Cambiar el modelo de negocio supone uno de los retos más complicados a los que puede enfrentarse una empresa. Pero cuando se pierde posicionamiento en el mercado, los clientes anteriormente fidelizados apuestan por otras marcas más competitivas, los beneficios se convierten en pérdidas, existe un desfase tecnológico, etc. Y el único responsable de todo ello es un modelo de negocio que se ha quedado obsoleto.
En este supuesto, cualquier empresa con vocación de supervivencia opta por realizar una operación de trasplante en el corazón de su negocio. No obstante, las compañías que han conseguido tener éxito después de reinventar su tradicional modelo de negocio son escasísimas.
Modelo de gestión para España
La 'empresa España' se enfrenta en la actualidad a una renovación o reinvención en su modelo de gestión política, puesto que del bipartidismo, un sistema que ha estado vigente más de tres décadas, se ha pasado al tetrapartidismo.
Y aunque el bipartidismo es un sistema político que funciona perfectamente en EEUU o Inglaterra, en España ha degenerado hasta convertirse en un corrupto modelo partitocrático.
Igualmente, es factible afirmar que las mayorías absolutas en España han derivado hasta la fecha en Absolutismo, aunque también estamos comprobando que el "sistema de pactos entre partidos" no es la solución política que necesita nuestro país para ser mínimamente gobernable.
En este sentido y mientras la casta política no esté a la altura de las decisiones democráticas de los españoles, que en las últimas elecciones votaron en clave de acuerdos entre partidos, el modelo tetrapartidista constituirá un fracaso todavía mayor que el que ha supuesto el bipartidismo.
Ingobernabilidad
La ingobernabilidad está asegurada en España, debido a que la conformación de un Gobierno estable depende del desarrollo de las negociaciones de nuestros políticos. Y, evidentemente, España no puede permitirse repetir las elecciones cada vez que el resultado no otorgue una mayoría absoluta a un determinado partido.
Además, las nuevas formaciones emergentes han supuesto una gran decepción, ya que Podemos es una formación antidemocrática y neocomunista, mientras que Ciudadadanos es una farsa marketiniana.
Así, la única solución pasa por refundar el bipartidismo. En otras palabras, PP y PSOE tienen la obligación de modernizar nuestra democracia siguiendo los pasos de los países occidentales más avanzados. Para ello, antes de reformar la Constitución, ambos partidos deben renovarse internamente, para representar a un electorado de centro derecha moderna y sociáldemócrata respectivamente.
¿Estancamiento económico?
Si España quiere implantar un modelo económico sostenible necesitará un sistema político complementario que garantice la estabilidad gubernamental a largo plazo.
Sobre todo considerando los principales hándicaps actuales de la economía española: desempleo estructural, déficit disparado, deuda insostenible... Tales problemas solo son solucionables a través reformas estructurales.
Para que estas decisiones tengan el efecto deseado, las mismas deben prolongarse en el tiempo, y adoptarse de forma estratégica bajo el amparo de un bipartidismo moderno y con sentido de Estado.