Empresas y finanzas

ACS desconcierta al Gobierno al llevarse Abertis a Alemania

  • El plan de Hochtief choca con la españolización que buscaba Moncloa
  • Fomento y Energía mantienen su disputa con Atlantia por las autorizaciones

La estructuración escogida por el presidente de ACS, Florentino Pérez, para disputar a Atlantia la compra de Abertis ha generado un elevado desconcierto en el Gobierno español. En lugar de lanzar la oferta competidora con ACS, el empresario ha recurrido a su filial alemana Hochtief con una propuesta que contempla tanto la entrega de efectivo como de acciones de la constructora germana.

El plan del también presidente del Real Madrid es que Hochtief absorberá Abertis, que trasladará su sede de España a Essen (Alemania) y dejará de cotizar en las bolsas nacionales. Además, ACS ya no será el accionista de control de la nueva Hochtief, por lo que la españolidad pretendida por el Ejecutivo para aplacar la opción italiana no es tal.

Es precisamente esta germanización de Abertis la que ha causado revuelo en la zona noble del Ejecutivo, máxime después de que tanto el Ministerio de Fomento como el de Energía han expresado públicamente sus discrepancias con Atlantia. Aunque oficialmente ha abogado por la neutralidad, el Gobierno ha recelado desde el principio de que la compañía italiana se hiciera con el control de la mayor concesionaria de autopistas de España -y una de las mayores del mundo-. En el recuerdo pervive el veto de Roma a la operación contraria hace una década, cuando Abertis trató sin éxito de comprar Autostrade -origen de Atlantia-, así como el trato que ha dado la italiana Enel a Endesa desde que tomara su control. Este último asunto molesta especialmente a Álvaro Nadal, ministro de Energía.

Las reticencias del Gobierno se hicieron visibles a finales de septiembre, cuando los titulares de Fomento, Íñigo de la Serna, y de Energía, trasladaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la necesidad de que Atlantia solicitara sus autorizaciones respectivas. En sus cartas hicieron hincapié en que desde la concesionaria italiana no había habido ningún tipo de contacto desde que en abril pasado saltara a la luz pública su interés en Abertis.

La CNMV esquivó entrar en esta cuestión y aprobó el folleto de Atlantia, lo que precipitó que de inmediato Fomento y Energía acudieran a la Abogacía del Estado para decidir si judicializan la propuesta transalpina. Su queja deriva de que ésta no ha solicitado las autorizaciones, a su juicio pertinentes, por el cambio de titularidad de las autopistas que gestiona Abertis, ni por el relevo en el accionariado de Hispasat, la empresa de satélites sobre la que el Estado tiene derecho de veto. Los abogados de Atlantia, según se recoge en el folleto, consideran que en ambos asuntos no era necesario pedir el visto bueno del Ejecutivo español.

El papel de La Caixa

En este escenario, la opción de ACS se preveía como el antídoto al asalto italiano. Sin embargo, la sorpresa en el Gobierno ha sido que Florentino Pérez haya recurrido a Hochtief. Y, sobre todo, que no le haya temblado el pulso para planear una Abertis integrada en su filial, con su sede en Alemania y sin siquiera cotizar en España. La baza de la españolidad como respuesta a Atlantia ha perdido así cualquier defensa para Moncloa. Porque tampoco la nueva Hochtief será una empresa consolidada en el balance de ACS sino que, muy al contrario, se convertirá en una participada -importantísima, eso sí- del grupo de infraestructuras español.

Para la toma de Abertis, ACS ha elevado el listón hasta los 18.600 millones de euros -en efectivo y acciones-, un 13,7% más que la oferta de Atlantia. La italiana pasará en los próximos meses al contraataque con una previsible mejora que llevaría el valor de Abertis por encima de los 19.000 millones. Una guerra que, sin duda, beneficia a los accionistas de la concesionaria que preside Salvador Alemany. Y, entre todos ellos, Criteria Caixaholding, el brazo industrial de La Caixa, se lleva la palma.

La institución que preside Isidro Fainé es el primer accionista de Abertis con el 22,3% del capital. Desde que Atlantia oficializó su propuesta, la frialdad reinó en los cuarteles generales de la entidad hoy radicada en Mallorca. No obstante, el pasado jueves, cuando ya se conocían los detalles de la oferta de Hochtief, Criteria echó un capote a la italiana cuando el consejo de Abertis valoró positivamente el plan industrial diseñado por la firma que dirige Giovanni Castellucci. Pidió, eso sí, una subida de precio, por otra parte inevitable tras la contraopa de la filial de ACS.

Criteria -y el consejo de Abertis- tendrá también que valorar la oferta de Hochtief una vez la apruebe la CNMV, pero la declaración del jueves, la intención de Atlantia de mejorarla y el desconcierto generado en el Gobierno por el planteamiento de ACS, se elevan ahora en el camino de Florentino Pérez hacia la conquista de Abertis.

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