Economía

La inflación en Reino Unido se sitúa al 3% en enero y mete presión al Banco de Inglaterra

El IPC de Reino Unido se mantiene contra pronóstico en el 3% en enero, cerca del máximo del 3,1% alcanzado en diciembre. El consenso del mercado esperaba que cayera al 2,9%. El dato supone mayor presión para el Banco de Inglaterra que ya anunció que aceleraría la subida de tipos para este ejercicio.

Los efectos del Brexit están provocando que los precios en Reino Unido lleven por encima del objetivo de inflación al 2% casi un año. El Banco de Inglaterra sorprendió la semana pasada al anunciar que valora comenzar a incrementar los tipos de interés antes de lo esperado para meter en vereda al IPC. Después de una década, el banco central elevó las tasas del dinero por primera vez el pasado mes de noviembre.

El dato de inflación genera más incertidumbre en los mercados financieros en un momento en el que preocupa que la Reserva Federal y el BCE tengan que seguir los mismos pasos. Estas dudas generaron una fuerte volatilidad en el mercado la semana pasada.

Las encuestas entre gestores de Reuters indican que hay un 70% de posibilidades de que el Banco de Inglaterra suba tipos en mayor y un 50% para que a final de año los tipos oficiales hayan subido un 1%.

Repunte de precios desde el Brexit

La inflación ha aumentado en Reino Unido desde el 0,5% a un fuerte ritmo desde junio de 2016, coincidiendo con la decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea. La apuesta por el Brexit ha golpeado con virulencia a la libra elevando el coste de las importaciones. La moneda británica ha perdido en este periodo más de un 10% frente el euro.

El cóctel de alta inflación y crecimiento salarial limitado, así como incertidumbre sobre los términos en que Gran Bretaña abandonará la Unión Europea en 2019, significa que la economía crecerá mucho menos que el resto de países europeos.

Las autoridades británicas esperan que los precios al consumidor comiencen a disminuir a medida que se amortigua el impacto de la fuerte caída de la libra esterlina.

La IPC subyacente, que deja fuera los elementos más volátiles de la cesta de la compra como energía y alimentos perecederos, y que se utiliza por parte del Gobierno británico para el pago de servicios sociales como becas y pensiones, se situó al 4% en enero, una décima menos que en diciembre.

La oficina de Estadísticas británicas señaló que los precios se beneficiaron del coste menor de los combustibles, lo que provocó el descenso de una décima en la tasa anual de IPC y una menor presión sobre el consumidor y empresas.

Entre los fabricantes, el coste de materias primas bajó siete décimas al 4,7%, supone la menor subida desde julio de 2016. Por su parte, el precio de venta al público de los productos cayó en cinco décimas al 2,8%.

El precio de la vivienda aumentó en diciembre dos décimas al 5,2% anual. En Londres solo aumentaron en un 2,5%.

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