
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, defiende en un artículo publicado hoy en el diario germano Der Tagesspiegel el mantenimiento del sistema nacional de pensiones, al tiempo que acusa de "mentir" a quienes afirman que el contribuyente alemán asume el grueso de la carga de la deuda griega. La "insistencia ciega" en la reducción de las pensiones sólo empeorará la ya grave crisis financiera del país, señaló el primer ministro. Este artículo sale a la luz el mismo día en el que se celebra el Eurogrupo, aunque cierto es que, nadie espera avances en las negociaciones.
"No pretendo ignorar los errores y las rigideces de nuestro sistema de pensiones, sino ilustrar que los problemas de este sistema no tienen su origen en su presunta generosidad", señala. Según Tsipras, "los problemas más graves en los fondos de pensiones son resultado de la drástica disminución de los ingresos en los últimos años".
Esta situación, agrega, es consecuencia de los recortes, por lo que las aportaciones a los fondos de pensiones se han visto reducidas en 25.000 millones de euros, así como de la caída de las cotizaciones a la seguridad social a causa del fuerte aumento del desempleo y las reducciones salariales.
"El problema no está en el gasto, sino en los ingresos", reitera antes de subrayar que el sistema de pensiones griego constituía una "forma institucionalizada de solidaridad generacional" que se ha revertido, ya que en estos momentos en muchas familias la pensión es la única fuente de ingresos de una familia.
"En un país donde el 25% de la población está desempleada, en el que la mitad de sus jóvenes no tiene trabajo, la insistencia ciega en los recortes no puede traer otra cosa que un recrudecimiento de la ya de por sí dramática situación social", advierte.
El Gobierno griego está decidido a mantener el sistema de pensiones, para lo que ha presentado propuestas concretas, "expuestas al detalle" a las instituciones acreedoras -BCE, FMI y CE-.
A su juicio, para garantizar la sostenibilidad y supervivencia del sistema de pensiones es necesaria "una perspectiva a largo plazo" y no puede quedar supeditada a criterios presupuestarios restrictivos, como la reducción de los gastos en un 1% del PIB para 2016.
Tsipras señala que su artículo tiene como objetivo "rectificar un mito muy extendido": "miente todo aquel que afirma que el contribuyente alemán costea los salarios, los subsidios y las pensiones de los griegos". Pretende ilustrar, además, cómo "la ofensiva de recortes de los últimos años no han conducido más que a una recesión que agrava los problemas".
Tsipras se muestra indignado con las constantes comparaciones con Alemania "que inducen a error" y señala que si el gasto público griego para subsidios y pensiones aumentó del 11,7% del PIB en 2007 al 16,2% en 2013, se debe a una reducción del rendimiento económico del país y no a un aumento de las sumas destinadas a estas partidas.
A ello se suma, añade, que la edad de jubilación se sitúa en Grecia "en contra de lo que se afirma" en 67 años, con una media de 64,4 años en los hombres y de 64,5 en mujeres. El primer ministro griego cita a Benjamin Disraeli para decir que existen tres tipos de mentiras, "las habituales, las catastróficas y las estadísticas".
"No debemos permitir que el uso obsesivo de parámetros estadísticos acaben con un compromiso que se está fraguando en los últimos meses", concluye el artículo.
Un acuerdo difícil en en Eurogrupo
El Gobierno de Tsipras se ha enfrentado a serias advertencias sobre el riesgo de ser forzado a salir de la zona euro y quedarse sin apoyos en caso de no llegar a un acuerdo con los acreedores de ayuda a cambio de reformas.
Las esperanzas de un gran avance previsto para hoy en el Eurogrupo, visto como una oportunidad final para un acuerdo, son cada vez más débiles. Con todo, Angela Merkel ha asegurado que el acuerdo con Grecia es posible, pero tiene que mostrar voluntad.
Atenas debe encontrar además la manera de salir de un callejón sin salida a finales de junio, cuando se enfrenta al pago de 1.600 millones de euros al FMI, lo que podría dejarlo en suspensión de pagos y al borde de su salida de la zona euro.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha asegurado que el Gobierno griego no podrá contar con un "periodo de gracia" en el pago del 30 de junio, por lo que cualquier retraso significará incurrir en un impago de su deuda. "Se encontrará en impago, se encontrará en situación de retraso (de pago) frente al FMI el 1 de julio, pero espero que esto no suceda, realmente lo espero", ha dicho Lagarde.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, mantuvo su línea dura contra Grecia, diciendo al diario Bild que la cuestión era si "Grecia cumple con sus compromisos del programa existente". Schaeuble subrayó que el FMI debe seguir participando en el programa de rescate: "Sin su importante contribución, ello (el programa) no funciona".