
El Banco Central Europeo (BCE) no excluye ninguna de las herramientas a su disposición, incluyendo la posibilidad de fijar una tasa negativa a los depósitos de la banca en la entidad o incluso la compra de activos con el fin de situar la inflación más cerca del objetivo del organismo, según ha asegurado el economista jefe del instituto emisor, Peter Praet, en una entrevista con The Wall Street Journal. ¿Podrán los bancos centrales sobrevivir a su propia supremacía?
Praet responde así a las preocupaciones surgidas entre muchos analistas relativas a que el banco central se está quedando sin herramientas. Tras sus palabras, el euro ha caído frente al billete verde y se sitúa ahora en los 1,341 dólares.
"Si nuestro mandato está en peligro vamos a adoptar todas las medidas que debamos para cumplirlo. Esa es una señal muy clara", señala el banquero belga de origen alemán en una entrevista con el diario de referencia de Wall Street.
Entre ellas, figura la posibilidad de rebajar a terreno negativo la tasa de depósito, algo a lo que el presidente de la entidad, Mario Draghi, abrió la puerta ya en mayo de este año y de lo que ha hablado en posteriores ruedas de prensa.
Draghi dijo entonces que la institución tenía la "mente abierta a un posible tipo negativo". Es decir, si tomara esta medida más adelante cobraría a la banca por dejar aparcado el dinero en la institución, lo que en teoría debería animar a los bancos a dar más crédito. Cerca de 120.000 millones de euros se depositan cada día en el BCE.
Sería una medida excepcional, que hasta ahora solo han emprendido países como Dinamarca y, en algún momento puntual, Suecia y Suiza.
Muchos economistas piensan que este paso podría ser contraproducente. No obstante, cuando el BCE abrió la puerta a dar un paso en esta dirección hace unos meses, analistas como Elwin de Groot, economista senior de mercado de Rabobank, apuntaron a que BCE no rebajará a terreno negativo la tasa de depósito y que "Mario Draghi simplemente realizó un ejemplo magistral de intervención verbal. Y con éxito".
Y es que los comentarios de Draghi provocaron en ese momento una fuerte caída del euro y también hubo una reacción en el mercado de bonos.
"Respecto a medidas estándar, los tipos de interés, todavía tenemos margen y eso incluiría la facilidad de depósito", afirma Praet. Actualmente la tasa de depósito se encuentra a cero, lo que supone que los bancos no obtienen remuneración por el dinero guardado en la 'hucha' del BCE.
¿Y la compra de activos?
Por otro lado, Praet no ha descartado tampoco la controvertida posibilidad de que la institución pueda embarcarse en un programa de compra de activos de la banca con el fin de rebajar los costes de financiación del sector privado.
"También puede emplearse la capacidad del balance del banco central (...) Esto incluye compras directas que cualquier banco central puede hacer", apunta el banquero.
Hasta la fecha, el BCE ha resistido la posibilidad de lanzar un programa de compra de activos similar al aprobado por los bancos centrales de Japón y EEUU y que se enfrenta a una fuerte oposición en Alemania.
El mandato del BCE prohíbe a la entidad financiar a los gobiernos, aunque el economista jefe del banco considera que estos límites legales "no excluyen intervenir directamente en los mercados".
El jueves pasado, el BCE recortó los tipos de interés hasta el mínimo histórico del 0,25%, ante la perspectiva de que la región atraviese un periodo prolongado de baja inflación, mientras varios de los países más afectados por la crisis registran ya tasas de inflación cero o incluso negativas.
Otra de las opciones manejadas por el BCE sería reeditar su programa de préstamos a largo plazo a tipo fijo, conocido como LTRO, lo que permite a los bancos acceder a dinero barato a varios años vista.