
El tour de force del Gobierno o su descenso a los infiernos de la City londinense. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, defendió hoy ante inversores de la City de Londres, el principal centro financiero de Europa, la estrategia del Gobierno para hacer frente a la crisis con políticas de consolidación fiscal y de reforma estructural de la economía española. Campa: "La City siempre ha estado tranquila sobre la economía española".
"Tienes que conducir mientras miras a la carretera, y si de repente la carretera se vuelve peor de lo que pensabas, tienes que reducir tu velocidad. Haremos los ajustes que sean necesarios", dijo Campa a inversores institucionales en un roadshow de dos días para promocionar el plan de deuda 2010.
En una presentación organizada por Barclays, Citi y Santander, Campa mostró la cara positiva de la economía española para frenar los movimientos especulativos, así como para convencer a los inversores de la solvencia financiera de España.
España hará frente a los desafíos
El numero dos de Economía consideró que los dos grandes desafíos que España tiene por delante son reducir la tasa de desempleo y el déficit público, cuyo fuerte incremento en los últimos meses atribuyó "a la crisis, pero también a problemas estructurales".
En este sentido, aseguró que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a impulsar una política de consolidación fiscal, con un recorte equivalente al 5,7% del producto interior bruto (PIB) del déficit estructural directo entre 2010 y 2013.
La meta debe ser que, tras el fuerte incremento de los últimos meses derivado de la crisis, el déficit público vuelva a situarse en el 3% del PIB en 2013.
Las reformas para impulsar el crecimiento se construirán, explicó Campa, sobre la base de la economía sostenible, la reestructuración bancaria y la reforma de las pensiones y del mercado laboral, apoyándose en "un sistema financiero sólido, un bajo nivel de deuda y la capacidad institucional para abordar las reformas".
"Ya lo hicimos antes"
Campa aseguró que la economía española "crecerá ligeramente en 2010" y pronosticó que la contribución de la demanda externa al PIB se reducirá gradualmente a medida que la demanda nacional se recupere, de manera que la tasa de crecimiento podría pasar de ser negativa en 2010 a un aumento del 1,6% en 2011.
La estrategia de consolidación fiscal se cimentará en una reducción sustancial del gasto y un incremento moderado de los ingresos, después de que en 2010 ya se produjera un recorte del 2,2% en el déficit estructural, dijo Campa.
Entre las medidas de contención fiscal, dijo, habrá una restricción en los costes salariales de todas las administraciones públicas y recortes "considerables" en inversión, transferencias y subsidios, con un recorte para las Comunidades Autónomas equivalente al 0,5% del PIB.
"¿Tenemos capacidad para aplicar todo esto? El tiempo dirá", señaló el secretario de Estado, quien consideró que ahora corresponde a mercados e inversores creer en la palabra de un Gobierno que "ya lo ha hecho en el pasado, lo que demuestra nuestro compromiso, la calidad de nuestras finanzas públicas y el éxito de nuestra disciplina fiscal".
Compromisos y reformas
El compromiso del Gobierno es doble, indicó Campa, ya que se adoptará una política de disciplina fiscal, al tiempo que se garantizarán reducciones adicionales del déficit público.
La economía española, explicó, tiene una fortaleza estructural, ya que incluso después del fuerte impacto de las políticas de estabilización, la deuda española está en el 62,5% del PIB, por debajo del 82,4% de media de la eurozona.
Sobre las reformas estructurales en los mercados, destacó que hay una mejora del entorno institucional para las empresas y que se ha dado un impulso a la productividad y a la modernización.
En cuanto a la reforma del sistema de pensiones, reiteró que se abordará un progresivo incremento en la edad de retiro, hasta los 67 años, y argumentó que la medida no es política, sino que responde al incremento de la presión demográfica en España.
Sobre la reforma laboral, dijo que se llevará a cabo siguiendo las siguientes líneas básicas: estabilidad en el empleo, reduciendo la segmentación del mercado, incentivos para los jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo y para la educación, promoción de la integración de las mujeres y mayor control de las bajas temporales.