
La inflación toca a toda la gastronomía española. Hace unas semanas contábamos los efectos que estaba causando, por ejemplo, en la preparación de una paella por el incremento de los precios de un imprescindible en nuestra cocina que es el aceite de oliva. Por este mismo producto y, por otros como el tomate, pepino o pimientos (que también han subido sus costes), es que tendremos el verano del gazpacho con los precios por las nubes.
Por estos días llueve, pero no es suficiente. Por segundo año consecutivo, se estima que habrá sequías que despierten nuevamente a la inflación y afectará directamente en los costes de producir uno de los protagonistas de la cocina española: el gazpacho.
Así es, por desgracia tendremos que pagar más si queremos comer uno de los alimentos más apetecibles por todos (o casi todos) en el verano. Y es que, los afectados serán nueve de cada diez españoles (90%) que consumen este producto estrella del verano y del buen tiempo. Sin ir mas lejos, en 2021 se consumieron más de 100 millones de litros de gazpacho envasado en España, generando una facturación superior a los 200 millones de euros.
En lo que respecta a los precios de los ingredientes del gazpacho, el kilo de tomates ha tenido un aumento de 73 céntimos, que hace que ahora cueste 1,39 euros. En lo que refiere a los pimientos, aumentaron 30 céntimos por kilo; la inflación también tocó a los pepinos, que pasan a costar 1 euro de los 80 céntimos que costaban hace un año. Por último, el pan y el aceite de oliva duplicaron su precio.
Alternativas económicas
Para hacer frente a este fenómeno económico y no quedarnos con las ganas de comer un gazpacho en verano, Luis Alberto Zamora, nutricionista, entrega algunas alternativas económicas e igual de saludables que el gazpacho para conseguir ahorrar algo de dinero.
Para ello, el experto sanitario señala que cambiar los tomates en rama por otros que estén de temporada, como el de pera, puede ser una de las claves.
En lo que refiere al aceite de oliva, no es necesario que sea virgen extra, sino que podemos ahorrar utilizando uno solo virgen. Además, podemos ahorrar si no agregamos pan, ya que no es necesario y además son calorías que no se necesitan.
Como último punto, el pimiento congelado es más económico, y tiene las mismas propiedades. Con todo esto hemos ahorrado algo más de dos euros, sentencia Zamora.