
Banco Popular puede haber encontrado en el chileno Banco de Crédito de Inversiones (BCI), un viejo conocido del sector financiero español, el mejor candidato para hacer caja en Estados Unidos. La entidad ligada a la familia Yarur negocia comprar su filial TotalBank de Miami por unos 500 millones de dólares (461 millones de euros al cambio actual), informó Bloomberg. La CNMV estudia la acusación de los minoritarios del Popular ante el desplome de las acciones.
En la entidad presidida por Emilio Saracho rehusaron realizar comentario alguno, mientras el chileno BCI se limitó a aclarar que "siempre está evaluando" las oportunidades que surgen en el mercado. El BCI es un viejo conocido en España. En 2013 irrumpió en el mercado norteamericano con la compra a Bankia del City National Bank de Florida (CNB) por 882 millones de dólares (683 millones de euros). Y es el socio elegido por Mutua Madrileña para iniciar su internacionalización: compró el 40% de la franquicia de seguros de BCI, que subirá al 60% y de cuya mano proyecta abrirse a otros mercados de la Alianza del Pacífico (Colombia, Perú y México).
La desinversión en activos no estratégicos es la llave primera del Popular para reforzar su ajustado ratio de capital -rondará el 11,70-11,85% frente al 11,375 exigido cuando corrija los errores contables detectados-. Saracho dejó claro que la entidad iría vendiendo los negocios donde no cuente con "suficiente capacidad para competir" y nada más asumir la presidencia reactivó, de hecho, la venta de la filial de EEUU, paralizada semanas antes por él para evaluarla mejor dentro del diagnóstico integral que preparaba del grupo bancario.
El ejecutivo encargó a UBS buscar al mejor postor y a Bank of America Merrill Lynch encontrar comprador a su 49% de WiZink, filial de tarjetas a la que agregó el negocio adquirido a Citi y Barclays, y que comparte con Värde Partners. Estas dos operaciones podrían reportar hasta dos puntos de capital y unos 1.750 millones en ingresos. La venta del TotalBank a 500 millones de dólares implica tasarla en casi 20 veces su PER.
Las expectativas desatadas con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, en reactivación de la economía y alivios regulatorios a la banca, han disparado el valor allí de las entidades, convirtiendo la situación en oportunidad para realizar plusvalías. El Popular adquirió, de hecho, a TotalBank en 2007 por 318 millones de euros. Y el Sabadell adelantó este movimiento el pasado marzo cuando enajenó su filial de Florida a IberiaBank por el doble de lo que invirtió en construirla desde 2007.
Saracho subrayó, no obstante, que no se conformará con cumplir los ratios regulatorios sino que buscará una solvencia que garantice el futuro, lo que implica vender otros activos y otra ampliación de capital. Entre el patrimonio enajenable está su financiera, tras frustrase su alianza el australiano Pepper, y la cartera industrial. A priori mantendrá Portugal y su filial Pastor.