
El acceso de los jóvenes a la vivienda se ha convertido en una de las grandes problemáticas sociales en España. Me atrevería a decir que es una cuestión de Estado, que debe resolverse con la implicación de los actores políticos, financieros e inmobiliarios.
Desde el sector promotor, tenemos que ser capaces de facilitar una casa a los jóvenes, ya sea en alquiler o en propiedad. Ésta debe ser nuestra gran prioridad. Son la demanda natural del mercado y deben ejercer como tal al ser el principal motor de creación de hogares.
La clave para reincorporar a los jóvenes al mercado pasa por el factor precio. Los promotores debemos ajustarnos a esta realidad, pero necesitamos la colaboración de las administraciones, ya que en su mano está poner más suelo en gestión para reducir su precio; y del sector constructor, que debe frenar la escalada de los costes de obra.
"El futuro del sector inmobiliario pasa por los jóvenes, que deben ser nuestra prioridad"
Además del precio, hay otros puntos de desencuentro en la relación jóvenes-vivienda, como el producto. Debemos ofrecer un producto atractivo y flexible para las nuevas generaciones: viviendas versátiles que se adapten a las necesidades del cliente en cada etapa de su vida.
Los (largos) plazos de obra son otro hándicap para los jóvenes, que viven en la era de la inmediatez y no conciben esperar dos años para acceder a su nueva casa. Son la generación del aquí y ahora y hemos de ser capaces de entregarles viviendas mucho más rápido. Para ello, la industrialización de los procesos constructivos es el camino adecuado.
Pero, sin duda, el gran obstáculo para los jóvenes es la financiación. Muchos disponen de capacidad de pago, aunque no del ahorro suficiente para poder hacer frente a la entrada que actualmente se requiere.
Han de establecerse nuevos mecanismos financieros que les faciliten el acceso a la vivienda. El programa Help to Buy que implementó el Gobierno británico en 2013 ha facilitado el acceso a la vivienda a miles de jóvenes, contribuyendo, además, a dinamizar la economía. Este puede ser un buen ejemplo.
Debemos abordar estos cuatro factores (precio, producto, plazo y financiación) para allanar el acceso a la vivienda a los jóvenes. No es un reto ni mucho menos sencillo, pero sí posible. El futuro del sector inmobiliario pasa por los jóvenes. Deben ser nuestra prioridad.