
Copenhague es una ciudad que está de moda, tanto para los turistas como para los propios daneses. El problema es que no hay espacio para todo el mundo, pero eso tiene solución. La popular capital de Dinamarca va a tener una nueva isla donde podrá albergar viviendas para unos 35.000 residentes, según anunció el primer ministro Lars Lokke Rasmussen el viernes pasado.
La isla, que se llamará Lynetteholmen, estará ubicada en la zona que tiene vistas a Suecia y que está muy cerca de lugares turísticos muy populares como la Sirenita y la casa de la ópera de la ciudad.
Se espera que la construcción comience alrededor de 2035 y se complete para 2070, según ha explicado el Gobierno en un comunicado. La venta de algunas tierras públicas ayudará a cubrir los costes de un proyecto de 20.000 millones de coronas (2.800 millones de euros), añadió. El estado y el municipio serán propietarios de aproximadamente la mitad del complejo cada uno.
El auge de la población
El alcalde Frank Jensen ha asegurado que el nuevo distrito, que contará con playas y una línea de metro, ayudará a aliviar el déficit de viviendas en Copenhague, que está experimentando un auge de su población en medio de un entorno de tipos negativos que incentiva a las familias a invertir en vivienda.
También ha explicado este viernes que la capital vive un "rápido desarrollo", con niveles de crecimiento nunca vistos hasta ahora. "Es algo bueno, pero también significa que se quedará sin terreno en algún momento, por lo que necesitamos construir una nueva isla", ha dicho.
Los pronósticos demográficos muestran que 170.000 personas se habrán mudado a la capital danesa para el 2045. Los ciudadanos de Dinamarca y otras partes del mundo buscan en la capital danesa empleo bien remunerado, restaurantes gourmet y un eficiente transporte público, componentes que sin duda aumentan el encanto de la ciudad.
La nueva isla también ayudará a proteger a Copenhague de las tormentas y la subida del nivel del mar, según han explicado las autoridades.