Faltan tres meses para que el despacho de abogados Baker & McKenzie abandone su sede histórica en Madrid, y Pontegadea, propietario del inmueble, ya ha logrado cerrar un acuerdo de alquiler con otra firma. Esto es sin duda un síntoma de la buena salud que tiene el mercado de contratación de oficinas en la Capital, donde la mejora de las expectativas empresariales y el incremento de las operaciones de tamaño medio y grande están empujando las rentas al alza.
El nuevo inquilino del inmueble es A&G Banca Privada, que ocupará la totalidad del edificio situado en Castellana 92, en pleno eje empresarial y financiero de la ciudad. La firma, que se encuentra inmersa en un proceso de crecimiento en España, tiene actualmente su sede central en el número 26 de la calle Joaquín Costa y ocupa también una planta y media en un edificio en la calle López de Hoyos. Las dos ubicaciones suman algo menos de 3.000 metros cuadrados y tras la mudanza, que se dará previsiblemente a mediados del año que viene, se instalarán en los 5.343 metros cuadrados de Castellana 92, repartidos en ocho plantas.
Baker & McKenzie dejará el edificio en diciembre, mes en el que vence su contrato de arrendamiento con Pontegadea, brazo inversor de Amancio Ortega. Tras 14 años en esta sede, el despacho se traslada al Edificio Beatriz, situado en la calle Ortega y Gasset 29 y propiedad de Vyosa. El cambio está motivado por la falta de espacio en sus oficinas de Castellana, donde en un principio ocupaban cinco plantas, hasta que finalmente se convirtieron en los únicos inquilinos. Con el traslado ampliarán un 11% el espacio de sus oficinas, que se concentrarán en su mayoría en una sola planta.
La firma de banca privada A&G, que cuenta actualmente con 220 empleados en Madrid, lucirá su logo con vistas a la Castellana en un edificio que será sometido a una reforma integral. Así, aunque el contrato de alquiler arranca en enero de 2018, no será hasta mediados de año cuando empiecen las mudanzas de los trabajadores hacia Castellana. La operación, que ha sido asesorada por CBRE, supone el traslado de todos los empleados de A&G en la ciudad a estas oficinas, que tienen capacidad para acoger a unos 400 trabajadores, por lo que la compañía tiene un importante margen de crecimiento dentro de su nueva sede.
En los últimos años, el grupo A&G ha más que duplicado su cifra de negocio, alcanzando los €8.300 millones en activos bajo gestión, lo que le convierte en una de las principales firmas independientes de Banca Privada en España. En la actualidad el A&G cuenta con más de 250 empleados en sus oficinas de Madrid, Barcelona, Santander, Sevilla, Valladolid, Valencia y Luxemburgo. EFG, una de las principales bancas suizas con 133.000 millones bajo gestión, cuenta con una participación del 54% en A&G, mientras el 46% restante queda en manos de los principales banqueros y ejecutivos de la firma, configurando una de las señas de identidad más característica del Grupo A&G.
Buen comportamiento del mercado
Esta operación, que se cierra cuando el inmueble todavía tiene dentro a su actual inquilino es una muestra de la euforia que se vive en el mercado de contratación de oficinas, ya que la oferta de producto de calidad no es tan elevada como la demanda de este tipo de espacios.
Los datos de ocupación del primer semestre en Madrid alcanzaron los 241.500 metros cuadrados, y los expertos aseguran que con las demandas que actualmente están en curso, se estima un volumen de ocupación para todo el ejercicio que se sitúe en la barrera de los 500.000 metros cuadrados.
Durante el primer semestre del año, los buenos datos de contratación, el descenso en la disponibilidad y la mejora en la calidad de los inmuebles, ha hecho que el crecimiento de las rentas ganase impulso, según destaca en su último informe de oficinas Aguirre Newman. En el Centro del Distrito de Negocios, tras cuatro años consecutivos de subida moderada en la renta, la misma se ha acelerado hasta niveles medios de 28,74 euros por m2 al mes, llegando a firmarse varios contratos por encima de los 35 euros por m2 al mes.