
Las dificultades para poner precio a la vivienda y el incremento de la morosidad ha triplicado en dos años la subasta de inmuebles, según el secretario de la Asociación Nacional de Expertos en Gestión de Enajenaciones y Subastas (ANEGES), Javier Zapatero.
Zapatero explicó que cuando la economía va a la baja, las subastas ganan peso como mecanismo de venta, al tiempo que lamentó que no están saliendo tan bien como sería deseable por las dificultades de financiación que hay en la actualidad, lo que complica las compras.
Apuntó que en los últimos años se ha incrementado el uso de las subastas para vender viviendas tanto por parte de particulares como de promotores y bancos porque las posibilidades de vender algo al mejor postor superan a las de colocar algo a un precio fijo.
Nueva demanda
"Hace dos años prácticamente no había gestión de subasta en España", aseveró Zapatero, que dijo que desde entonces las subastas no judiciales se han triplicado y estimó que de cada cien casas que se venden, veinte se colocan a través de subastas.
El secretario de ANEGES subrayó que habitualmente las subastas ofrecen descuentos del 15 ó 20% respecto a los precios de la vivienda en el libre mercado, a lo que añadió que actualmente estos ratios se superan.
Agregó que en el caso de los bancos, muchos no están sacando "toda la morosidad" a los juzgados porque, dada la dificultad para obtener un préstamo, faltan compradores.
Valor del inmueble
En este sentido, recordó que la Ley de Enjuiciamiento Civil establece que la adjudicación en subasta judicial tiene que hacerse, como mínimo, por el 70% del valor de tasación del inmueble.
Como en los últimos años los valores de tasación están "algo altos", el tener que comprar por encima de ese 70% hace que las subastas judiciales no resulten ventajosas.
Los bancos y cajas, cuyo negocio es financiero y no inmobiliario, recordó Zapatero, prefieren que los propietarios saquen a la venta sus viviendas al mercado o intentan venderlas a través de empresas de gestión de subastas.