
La costa mediterránea española es un cementerio de ladrillo. En las provincias ribereñas se acumula el 45,9 por ciento de las 613.000 viviendas sin vender que hay en toda España, según el censo que ha hecho público el Ministerio de la Vivienda, correspondiente a fin de año de 2008.
El Congreso de los Diputados instó el martes al Gobierno a que hiciera dicho censo, a instancias de Convergencia i Unió. Para entonces, el Ministerio ya disponía de ese inventario, que arroja un resultado muy distinto, por bajo, del que se viene manejando desde el sector inmobiliario. Las dificultades metodológicas de dicho censo justifican dichas diferencias.
De las estimaciones del Ministerio se desprende que el 70 por ciento del stock está destinado a primera vivienda y el 30 por ciento restante tendrá uso vacacional o estará destinada a otros usos.
Distribución por provincias
En el reparto provincial del stock, el primer lugar lo ocupa Barcelona, con 55.315, seguida de Madrid, con 51.034,Alicante, con 46.366,Valencia, con 30.038 y Murcia, con 27.279.
Pero más expresivo para la comprensión de la situación de la oferta es poner en relación las cifras con las de la demanda, es decir, con la población. Y en este cómputo cambia la clasificación de manera significativa. Castellón es la provincia con mayor número de viviendas sin vender por cada mil habitantes, con una ratio de 30, seguida de Toledo, con 29,1; Lérida, con 27,6 y Almería con 27,3. La media española es de 13 viviendas invendidas por mil habitantes.
Muy por debajo de la media nacional se sitúan Ceuta y Melilla, con 2,2 por mil, Vizcaya, con 3,8, Cantabria, con 4,6 y Cantabria, con 5. Con este baremo, las provincias de Madrid y Barcelona, pasan a ser de las que menos pisos tienen sin vender por mil habitantes, con ratios de 8,1 y 10,2, respectivamente.
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