
El Govern sigue ideando medidas para aliviar la crisis de la vivienda en Cataluña. Este martes, las consejeras de Economía y Territorio, Alícia Romero y Sílvia Paneque, presentaron los detalles del programa Préstecs Emancipació, una línea de créditos para cofinanciar la entrada de la primera vivienda a los jóvenes de hasta 35 años. Para acceder a estas ayudas, los beneficiarios deberán percibir un máximo de unos 81.000 euros brutos anuales. En caso de ser dos compradores, este umbral se elevará a unos 83.500 euros. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, adelantó el pasado lunes las líneas maestras de esta iniciativa en el V Foro Catalunya celebrado por elEconomista.es en Barcelona.
El programa se activará el próximo 30 de junio y ayudará a afrontar el pago inicial de la hipoteca, el principal obstáculo con que se topan muchos jóvenes sin suficientes ahorros para asumir esta operación. Los créditos concedidos no tendrán interés (se firmarán al 0%) y su carencia será de un máximo de 30 años. En cualquier caso, el dinero adelantado por el Institut Català de Finances (ICF), la institución encargada de gestionar esta línea de crédito, no deberá devolverse hasta que se haya pagado íntegramente la hipoteca. Entonces, se tendrán cinco años para abonar la cantidad del préstamo.
Los créditos del ICF cubrirán hasta el 20% del valor del inmueble, con un tope de 50.000 euros. Esta cantidad no variará con independencia de la ubicación del potencial receptor en la comunidad. Es decir, el mismo dinero servirá para comprar piso en Barcelona que en zonas con menos densidad.
En total, el Govern prevé destinar 500 millones de euros en los próximos cinco años (2025-2029), a razón de 100 millones de euros. Estos recursos serán aportados por la Agència de l'Habitatge de Catalunya (AHC). Pese a que se trata de un "proyecto pionero", como reconoció Paneque, la administración estima que hasta 2.000 jóvenes se beneficien cada año. "Es un programa adecuado a la demanda del mercado", indicó la consellera.
Para evitar la especulación con el precio de estas unidades, que eventualmente podrán ser transmitidas entre particulares, todos los pisos de primera o segunda mano que se adquieran con la ayuda de los Préstecs Emancipació recibirán estatus de protección oficial con carácter permanente. Esto significa que las compraventas futuras de las viviendas afectadas solo podrán sumar la evolución de la inflación y el coste de las reformas ejecutadas durante los primeros cinco años tras la adquisición.
Paneque también hizo otro matiz importante: los pisos que se compren mediante estos recursos no computarán en el parque de 50.000 viviendas de alquiler asequible que la Generalitat quiere alcanzar en 2030. El nuevo programa sí permitirá aumentar el porfolio de viviendas de protección oficial en Cataluña.
Acuerdos con entidades
Si el 20% de la hipoteca lo cubrirá el ICF, significa que el 80% corresponderá a las entidades bancarias. Directivos de Arquia, Banco Sabadell, Bankinter, BBVA, CaixaBank e imagin, Caixa Enginyers, Caixa Guissona y Laboral Kutxa participaron en la presentación de la medida mostrando su adhesión al programa, con la sonora ausencia de Banco Santander. Esta última entidad prevé incorporarse antes de que se abra la línea.
Tanto Romero como Paneque fueron cuidadosas a la hora de trasladar que la recepción del crédito del ICF, que deberá cerrarse en primer lugar, no garantiza que los bancos satisfagan el resto de la hipoteca. Como es habitual, dependerá de la viabilidad económica del hipotecado.
La medida se enmarca en el plan del ejecutivo del president Illa para facilitar el acceso a la vivienda en Cataluña, una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. Este plan, dotado con 4.400 millones de euros hasta 2030, cuenta con distintas acciones como la movilización de solares municipales para edificar vivienda pública, la eliminación de trabas burocráticas a promotores y constructores y operaciones de tanteo y retracto por parte de la administración.