Vivienda - Inmobiliario

¿Eres propietario? Cumplir con la ley europea de eficiencia energética podría costar hasta 20.000 euros

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Bruselas está detrás de la disminución del consumo energético del parque de viviendas residenciales y los plazos para cumplir con su hoja de ruta ya están en marcha. La normativa europea exige mejorar la eficiencia energética un 16% hasta 2030 y entre el 20% y el 22% para 2035 y, además, marca que el 55% de la reducción del consumo energético proceda de la renovación del 43% de los edificios menos eficientes. Cumplir con la norma podría costar a los propietarios hasta 20.000 euros.

Un estudio elaborado por el Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) con los datos de Sociedad de Tasación ponen 'precio' a la ley europea para los hogares con etiqueta energética ineficiente: entre 10.000 y 20.000 euros para lograr una calificación tipo A, B, C o D, las que ahora se consideran eficientes y que en España sólo tiene un 16,2% de las viviendas alquiladas, frente a la inmensa mayoría (83,8%) que están aún por debajo.

En concreto, entre las ineficientes, el 62,3% se sitúan en el rango E, susceptible de mejorar y el 21,5% tiene una calificación de F o G, las menos eficientes de todas y más necesarias de rehabilitar, según urge la legislación europea.

Según el estudio, una vivienda con una calificación energética E (ineficiente) podría disminuir en un 35% la demanda conjunta de calefacción y refrigeración de un edificio si invirtiera 9.900 euros, y también reduciría el consumo de energía primaria entre un 30% y un 45%. Si se planteara una reducción del consumo de energía primaria de entre un 45% y un 60%, cada vivienda debería contar con un presupuesto estimado de 14.000 euros, mientras que para lograr un objetivo de reducción del consumo de energía primaria no renovable en un porcentaje superior al 60%, mejorando tanto el aislamiento como los sistemas de aerotermia, la inversión se estima en 22.000 euros.

"Estos tres escenarios permitirían mejorar la sostenibilidad del edificio para hacerlo más eficiente y alinearlo con los requerimientos que la Unión Europea ha solicitado a todos los países", indica el estudio.

El gasto -inversión- se vería compensado a largo plazo en las facturas. Pasar de una vivienda con una etiqueta E a una C podría suponer un ahorro en las facturas de hasta un 35% ya que una etiqueta E supone un gasto medio para el hogar de 1.483 euros al año frente a los 971 euros al año de la calificación C. De hecho, la diferencia en el gasto puede alcanzar hasta los 1.000 euros si se compara el desembolso medio anual entre un hogar con etiqueta A (661 euros) y uno con etiqueta energética G (1.658 euros).

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