
¿Por qué solo debería aparcarse en un aparcamiento? elEconomista.es ha visitado un bloque de viviendas públicas del Institut Metropolità de Promoció de Sòl i Gestió Patrimonial (IMPSOL) en El Masnou (Barcelona) con estacionamientos pensados para adaptarse a nuevos usos como las oficinas y el comercio. Quizá no ahora, pero sí "dentro de 80 años".
"No te digo que suceda dentro de 20 o 30 años, sino dentro de 80 años. ¿Cuánto tiempo pasará hasta que los coches sean autónomos? ¿Cuánto tiempo tardaremos en que el transporte público funcione tan bien que no haga falta comprar un coche?", se pregunta Josep Maria Borrell, coordinador técnico del IMPSOL, entidad pública del Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
"El día que eso suceda, estos espacios que hoy tenemos bajo los edificios, en el centro de la ciudad, posiblemente puedan tener otros usos que quizá todavía no conocemos", vaticina. De ahí que los parkings se han diseñado de forma "flexible" y "versátil". Esto se resume, fundamentalmente, en la iluminación y ventilación natural brindada a los subterráneos por parte del estudio Peris+Total Arquitectes.
Y eso que el de El Masnou cuenta con dos niveles. Para salvar esta dificultad, se han dispuesto patios de manera estratégica para garantizar el movimiento del aire y un mínimo de 20 renovaciones por hora. La iluminación y ventilación del espacio permite, además, plantar árboles y enredaderas para aprovechar la capacidad de absorción del CO2 y, una vez más, preparar el terreno para usos alternativos.

Cabe destacar que, más allá del aparcamiento, esta promoción de 40 viviendas cuenta con sistemas pasivos como mamparas de cristal y persianas enrollables para maximizar la captación de radiación solar (y ahorrarse en radiadores) y ventilar los pisos cuando aprieta el calor en verano.
Poner "luces largas"
De rebote, los estacionamientos de El Masnou tienen otra ventaja: se minimiza el gasto de la comunidad. "No tenemos gasto energético ni por la extracción de aire, que además genera ruido en los pisos, ni por el alumbrado", apunta el técnico. El ambiente es suficientemente agradable como para celebrar allí las reuniones de vecinos, añade.
Por ahora, el IMPSOL ha levantado obra pública siguiendo esta idea en El Masnou, Gavà, Sant Just Desvern y Montgat. "Es muy difícil convencer a los ayuntamientos de no construir parkings", reconoce Borrell. Pero está en la mano del promotor público poner "luces largas" para avanzarse a nuevos escenarios.
Aunque en este ejercicio de futurismo no cabe (en principio) el paso de garaje a vivienda. "Hoy en día, la legislación no permite usos residenciales bajo rasante", puntualiza el técnico. Pero sí se podrían instalar "archivos, bibliotecas, guarderías, oficinas, almacenes... lo que posibilitamos es que se den otros usos", resume.
Las cifras del IMPSOL
Entre 2020 y 2024, el IMPSOL ha finalizado 771 viviendas. Además, tiene 438 unidades en fase de ejecución y 331 unidades en proyecto. Próximamente, el ente público sacará a concurso 432 pisos. Sin contar este último paquete, actualmente el parque residencial bajo gestión del IMPSOL asciende a 1.028 viviendas.