
El acceso a la vivienda es uno de los principales problemas de la sociedad actual, sobre todo, en las grandes ciudades en las que está muy fomentado el turismo, ya que muchos pisos y casas están destinados, exclusivamente, a los alquileres vacacionales para turistas que visitan la localidad.
De hecho, ante esta situación, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, informó de que convertirá en viviendas residenciales los 10.101 inmuebles turísticos legales que hay actualmente en la ciudad condal, con el objetivo de dar respuesta a este problema de vivienda para los residentes, ya que con esta medida se convertirán estos 10.000 pisos turísticos en viviendas residenciales.
¿Qué es una vivienda turística?
Ante esta situación, son muchos los que se preguntan qué es una vivienda turística, es decir, que características tienen que tener los pisos que se destinan a dicho fin y qué requisitos tienen que cumplir para ser considerados como tal.
En primer lugar, tanto en el caso de Barcelona como en el de otras ciudades y localidades de España, el piso turístico se caracteriza por el hecho de que su alquiler no puede superar un periodo de 31 días. De este modo, la estancia de los inquilinos debe ser igual o inferior a 31 días. A partir de este periodo de tiempo, ya no se considera una vivienda turística, sino que sería un piso de alquiler temporal.
"Son viviendas que los arrendatarios o propietarios ceden, directa o indirectamente, a través de agencias, a cambio de una contraprestación económica y para una estancia igual o inferior a 31 días", indican desde el portal del Ajuntament de Barcelona. Además, se añade que "los apartamentos se alquilan en su totalidad y no se puede compartir su uso con otros grupos".
Sin embargo, además de este requisito de tiempo límite de estancia, para que sea considerado como vivienda turística de forma legal, los propietarios de los inmuebles deben "comunicar expresamente al Ayuntamiento su intención de ejercer esta actividad, y la Administración debe conceder una licencia que acredite que cumplen todos los requisitos establecidos por la ley y la normativa urbanística".
Por otro lado, la vivienda también debe disponer de cédula de habitabilidad y no pueden alojarse en ellos más personas que las que establece la cédula. En cuanto al interior de la vivienda, debe estar en perfecto estado de higiene y amueblado y debe contener todos los utensilios necesarios para habitarlo.
Cuando se cumplen estos requisitos y se consigue la licencia para uso turístico de la vivienda, estas pasan a tener un número en el registro de la ciudad, que puede ser facilitado a los visitantes para que formalicen la reserva, de tal modo que tengan conocimiento de que se trata de una vivienda de uso turístico legal.
Cada una de las comunidades autónomas gestiona las viviendas turísticas de forma aislada, aunque el procedimiento y los requisitos son los mismos en la mayoría de ellas. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, donde también hay un alto impacto del turismo, se recoge que los propietarios de inmuebles deben conseguir el correspondiente número de inscripción de la vivienda en el Registro de Turismo de la Comunitat Valenciana y, en caso de conseguirlo, cumplir con la normativa vigente para poder comercializar la casa como uso turístico.
Así, esta es otra de las diferencias entre un piso de uso turístico y un piso de alquiler temporal, ya que estos últimos sí que se rigen por una legislación estatal, mediante la Ley de Arrendamientos Urbanos, mientras que las de uso turístico se regulan de forma independiente por cada región.