
Los edificios en los que vivimos, trabajamos, compramos o tomamos un café son los responsables del 37% de todas las emisiones de carbono a nivel mundial.
Concretamente, los edificios consumen el 40% de la energía primaria, lo que significa que gran parte de la contaminación generada para crear energía es solo para satisfacer las necesidades de las edificaciones actuales.
Además se suma la problemática de que de los 25 millones de viviendas que han en España, más de la mitad -55%- se construyeron antes de la década de los 80, por lo que no son inmuebles eficientes. De hecho, son todo lo contratio, ya que cuenta con filtraciones de aire, carencia de instalaciones para el reaprovechamiento del agua o de energías renovables, materiales poco aislantes y sistemas de climatización que no son eficientes.
La realidad es que el sector de la edificación y la construcción es uno de los más contaminantes, pero la cifra que conocemos hasta ahora podría variar, ya que según un el informe de estado global de las Naciones Unidas de 2022 un 28 % de las emisiones proviene del carbono operativo, es decir, del uso de los edificios, mientras que el 9 % proviene del carbono incorporado-embebido. Sin embargo, en un informe anterior se reconocía que más del 50% de los profesionales del sector admitieron no medir el carbono incorporado en sus proyectos.
¿Qué es el carbono incorporado o embebido?
Es el carbono 'oculto' del edificio ya que se encuentra en los materiales y en los procesos de fabricación. Mientras que el operativo es el que se emite mientras se usa el edificio. Así, el carbono incorporado o embebido es el que se genera en las emisiones producidas por todo el proceso de desarrollo de materiales, emisiones derivadas de la extracción, fabricación, transporte, instalación, mantenimiento y eliminación de los materiales de construcción.
El sector de la construcción es cada vez más consciente de que debe tomar medidas para potenciar la sostenibilidad y la eficiencia de los inmuebles que producen y en esa línea cada vez son más los que están apostando por incorporar la madera como elemento base de los edificios.
En esta línea, la Corporación Vía Ágora, a través de la Fundación Gómez – Pintado, junto a la Universidad Politécnica de Madrid, se han puesto en marcha para comparar las emisiones de una construcción tradional frente a otra de madera a través del proyecto de descarbonización de la Edificación "Huella de Carbono Embebida de la Edificación en función de los materiales. Construcción convencional y construcción con madera".
El proyecto de investigación que tiene como objetivo calcular la huella de carbono embebida durante las fases de diseño y construcción de una promoción residencial de Vía Ágora estudiando los materiales empleados.
En la actualidad, el sector de la construcción se encuentra con ciertas dificultades para calcular la huella de carbono embebida o incorporada debido a la falta de datos que hay de productos y materiales, o los problemas de comparación de los análisis de ciclos de vida (ACVs).
El proyecto de investigación, que comenzó el pasado mes de diciembre y tiene una duración de 10 meses, analizará la construcción con materiales convencionales (hormigón, acero y fachada ladrillo cerámico) comparándola con materiales de menor huella de carbono (productos tecnológicos de madera y madera estructural).
El investigador principal del proyecto y docente de la UPM, Sergio Álvarez, ha destacado que "este estudio es un paso más hacia la sostenibilidad de un sector que tiene un fuerte impacto en la huella de carbono, y una herramienta perfecta para concienciar a la industria de las posibilidades que ofrecen materiales como la madera. La madera es el único material capaz de realizar las dos principales estrategias de mitigación del cambio climático que son: la sustitución tecnológica y la absorción de carbono. Su empleo en la edificación es el mejor camino para lograr su descarbonización".
Por su parte, el presidente de la Corporación Vía Ágora, Juan Antonio Gómez-Pintado, ha manifestado que "son necesarios proyectos de investigación como éste para ayudar al sector a conocer el comportamiento de materiales como la madera, descubrir el impacto que la construcción tradicional tiene en la huella de carbono, y establecer procesos que ayuden a la descarbonización de la edificación y la sostenibilidad de la industria".