El aumento desorbitado de los alquileres en los últimos años, ha despertado el ingenio de muchos para crear un hogar en los lugares más insospechados. Este mes, hemos conocido el caso de un artista y arquitecto de Londres, Harrison Marshall, que ha transformado un contenedor de escombros en un hogar.
El joven, de 28 años, volvió a su país de origen, tras unos años estudiando en el extranjero, y se encontró con un escenario en el que el precio de la vivienda y el coste de vida que era inaccesible para él. "Los precios se habían vuelto locos", señala Marshall a Reuters. "Incluso si encontrara algún sitio que estuviera en mi zona de precios, habría otras 100 personas o así buscando ese mismo alojamiento", apunta.
En un momento dado tuvo la idea de construir su propia casa con la ayuda de sus amigos de la universidad -con quienes fundó un estudio de arquitectura Caukin Studio- y Skip Studio, una asociación que promueve el arte a través de contenedores. El contenedor se encuentra en una parcela de Bermondsey, al sur de Londres. según el joven arquitecto, este le cuesta menos de 90 euros a la semana.
¿El coste de reformarla? 4.800 libras, es decir, 5.440 euros para reformarla. Además, se ahorra algunos gastos porque el agua la obtiene de la manguera del vecino al no tener suministro, de momento. "Todos los vecinos son increíbles, en realidad: vienen y me traen comidas caseras". La ducha se la da en el trabajo, donde también tiene gimnasio, al que va en bicicleta y tarda 10 minutos.
Marshall ha nombrado este proyecto The Skip House. De hecho, en una cuenta de Instagram cuenta todo el proceso que ha seguido la adecuación de la pequeña casa, que empezó en diciembre y en febrero ya pudo entrar a vivir. Sus planes de futuro son permanecer, al menos, un año en el contenedor. "No es la solución, sino una exploración y una afirmación", explica.
"La media de alquiler de un estudio en el centro de Londres es de 1400 libras mensuales", señala Marshall. "Como diseñador, soy un firme creyente de que la creatividad puede ser una herramienta poderosa para romper las reglas, siempre hay un camino", señala. Uno de sus amigos y cofundador de Caukin Studio explica que llevan dos años trabajando con Skip Gallery, con quienes han creado tres pop-ups de arte tanto en Londres como Nueva York.