
Un análisis de las tarifas que ofrecen 86 servicios de administración de comunidades en siete grandes ciudades realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) revela enormes diferencias de precio. En el caso de Valladolid, de hasta el 226%, o lo que es lo mismo, entre 1.542 y 3.485 euros al año para una comunidad de 40 viviendas con plaza de garaje, conserje, jardín, piscina y calefacción central.
En concreto, el precio medio es de 2.291, un poco inferior al coste medio del resto de las ciudades, que alcanza los 3.596 euros. No obstante, se trata de una situación perfectamente legal, ya que las tarifas son libres y no existe un baremo colegial, pero que invita a comparar presupuestos de varias empresas.
En cualquier caso, OCU recomienda no dejarse llevar automáticamente por la tarifa más barata y fijarse en las prestaciones que se ofrecen. Si bien es cierto que existen servicios básicos obligatorios que deben cubrirse, como la gestión económica y administrativa, la conservación y mantenimiento del edificio y sus instalaciones o las comunicaciones propias de la comunidad, hay servicios adicionales igual de esenciales, como la gestión laboral de los empleados, la asistencia a juntas extraordinarias o la presentación de impuestos que, dependiendo del profesional, puede cobrarlo como servicio extra. En esos casos, es importante asegurarse de que también se incluyan en el presupuesto a la hora de elegir la mejor opción.
Si la comunidad es pequeña, estas tareas puede realizarlas un vecino con cierto conocimiento y algo de tiempo disponible. De hecho, se estima que cerca de un 20% de las comunidades se gestionan así. Sin embargo, para comunidades con un cierto número de viviendas y con, al menos, un empleado bajo nómina, la organización recomienda delegar estas tareas a un administrador profesional que, además de gestionar, vele por los ingresos y optimice los gastos de la comunidad. Y es que un buen profesional puede ayudar a buscar ahorros en las tarifas del agua, el gas y la electricidad, así como en el seguro, los contratos de mantenimiento y servicios, la gestión de obras, etc.
En caso de encontrar tarifas sensiblemente más baratas o de descontento con el administrador, OCU recomienda plantear su sustitución. El cambio es una gestión relativamente sencilla: basta una mayoría simple de propietarios que sumen la mayoría simple de las cuotas; de hecho, en segunda convocatoria bastan la mayoría simple de los asistentes. Eso sí, es necesario respetar siempre los plazos que se fijen como preaviso en el contrato. Y el futuro administrador puede ayudar a gestionar el cambio.
Esta información ha sido elaborada por un equipo de ingenieros, economistas, abogados, estadísticos, editores y diseñadores de OCU que, en colaboración con laboratorios independientes, analizan desde 1975 los principales productos y servicios de consumo.