
Este mes de julio, los primeros compradores del edificio Mandarin Oriental Residences de Barcelona recogerán las llaves de algunos de los pisos más exclusivos de la ciudad y más caros de España, con precios que, en el caso del ático dúplex que corona la planta 20, rozan los 45.000 euros por metro cuadrado.
Con las obras pendientes de los retoques finales tras un año y medio de retrasos por la pandemia y 160 millones de euros de inversión, KKH ha vendido la mitad de las 34 viviendas sobre plano, y ahora espera agendar las "cientos" de visitas que tiene solicitadas para colgar el cartel de vendido a la promoción antes de acabar el año, pese a que los precios por metro cuadrado, con una media de 30.000 euros, duplican a los de las mejores viviendas del resto del Paseo de Gracia. Con todo, quedan lejos de los 100.000 euros por metro cuadrado de las Mandarin Residences de Londres.
El ático estrella, de 650 metros cuadrados, todavía está disponible, aunque ya ha recibido tres ofertas, todas internacionales. Para posibles interesados, el promotor solo escucha propuestas para esta vivienda a partir de 40 millones de euros para lo que hoy es un espacio en blanco, de forma que el comprador pueda definir a su gusto la distribución y acabados.
Los tres áticos situados por debajo, uno por planta, con 500 metros cuadrados y vistas 360 grados de la ciudad, el mar y la montaña del Tibidabo, rondan los 20 millones. Al menos uno ya tiene dueño, aunque Josep Maria Farré, presidente de KKH, evita concretar qué pisos ya están adjudicados.
En cualquier caso, el vecino más pobre de la finca habrá pagado unos 2,3 millones por el piso más pequeño y a menor altura, con 120 metros cuadrados de superficie y una habitación. Las viviendas empiezan en la segunda planta, y la sexta es de uso común, con gimnasio, sala de tratamientos, vestuario, biblioteca, un par de salas de reunión y terraza que incluye piscina exterior.
Los gastos de comunidad no han sido desvelados, pero incluyen un equipo de 25 personas al servicio de los propietarios para que se sientan como en un hotel de cinco estrellas, incluyendo conserjería las 24 horas. También pueden solicitar servicios adicionales, desde organizar una fiesta de cumpleaños a decoración floral, chófer o canguro. Todo gestionado por el cercano Hotel Mandarin de Barcelona, al que tienen ventajas de acceso.
¿Quién vivirá ahí?
En el sector del lujo, prima la discreción, pero entre los compradores figura un deportista de élite, empresarios y un par de familias catalanas, sin desvelar nombres. Predomina el uso como segunda o tercera residencia, e incluso como activo para disfrutar al llegar la jubilación. Respecto a nacionalidades, el contexto pandémico y geopolítico ha modificado la demanda, que se esperaba eminentemente extranjera.
De momento, la mitad de los compradores son nacionales, seguidos del resto de Europa y algunos casos de Estados Unidos, Oriente Medio y un asiático. Ni rastro de clientes rusos. Alguno ha comprado varios pisos, y en otro caso, tiene también en propiedad una de las residencias de lujo del complejo Four Seasons del centro de Madrid.
Precisamente este rascacielos de Barcelona, el antiguo edificio de oficinas del Deutsche Bank, fue comprado por KKH en 2014 con la idea de rehabilitarlo y convertirlo en hotel de lujo bajo la marca Four Seasons, pero la llegada de Ada Colau a la alcaldía truncó los planes, y el promotor repensó el proyecto, partiendo el inmueble en dos y destinando la parte frontal de Diagonal, de cinco plantas, a lo que actualmente es la Casa Seat, y en cuya azotea se encuentra la piscina residencial, accesible por una pasarela y lejos de miradas indiscretas.