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¿Compras libros y nunca los lees? Ya hay un término que te define

  • Leer ayuda a mejorar la comprensión y la práctica general de un idioma
  • Es un hábito tan universal que hay una palabra que define la costumbre
Imagen: iStock

Siempre se ha enfatizado la lectura como una buena herramienta para mejorar la comprensión, ampliar el vocabulario y la práctica general del idioma. Pero, sin embargo, apilar los libros que compramos con intención de leerlos algún día es una costumbre; un hábito tan universal que hay una palabra que lo define.

Una de las mayores razones por abandonar un libro es la falta de tiempo. Cuando queremos recuperar la lectura no nos acordamos de esos pequeños detalles que podrían tener importancia en la solución de la trama. Pero si eres un buen lector, es seguro decir que sabrás que existen palabras que son evocadoras y al mismo tiempo imposibles de traducir por completo.

Dicho esto, a día de hoy, la única palabra que consigue definir el hecho de acumular libros sin leerlos es tsundoku: un término japonés que deriva de las palabras tsumu (apilar) y doku (leer), y ha existido por más de un siglo. Su aparición se remonta al inicio del Japón moderno, la era Meiji (1868-1912) y tiene sus orígenes en un juego de palabras.

A pesar de que Tsundoku (que literalmente significa "pila de lectura") puede sonar insultante, en realidad no tiene connotaciones negativas. El término en sí no se refiere a atesorar libros obsesivamente. Las personas que participan en tsundoku al menos intentan leer los libros que compran, a diferencia de la gente con bibliomanía, que los coleccionan solo por el hecho de tenerlos en casa.

Por supuesto, existen innumerables razones por las cuales alguien podría sentir la necesidad de comprar un libro físico. No son pocos los que les gusta el olor, pasar las páginas y ver a tiempo real el progreso de la lectura.

No obstante, cabe decir que los libros electrónicos son una muy buena opción que se merecen una oportunidad si te gusta leer. Son cómodos de llevar a cualquier lado, el tamaño de la letra se puede modificar, los libros son más baratos y, por supuesto, puedes acumular libros no leídos en la base de datos del dispositivo en vez de llenar los huecos de las estanterías.

En definitiva, al igual que con otras palabras japonesas con las que ya estamos familiarizados como karaoke, tsunami u otaku, puede ser hora de ingresar tsundoku a nuestro vocablo para definir nuestro propio hábito de abandonar libros y apilarlos en el estante.

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