
Las bolas de helado que pasan más tiempo en su cono y menos tiempo goteando entre tus dedos, está más cerca de convertirse en una realidad. Durante varias décadas fue para las empresas alimentarias un reto parecido al de los alquimistas que buscaban convertir el plomo en oro. No obstante, la solución de los helados que no gotean ha llegado.
Gracias a los científicos de la Universidad Pontificia Bolivariana con sede en Colombia y la Universidad de Guelph en Canadá, se ha descubierto que las fibras cosechadas de las plantas de banana podrían ser la clave para que los helados no goteen y su fusión sea más lenta.
Los investigadores comenzaron estudiando el potencial de las plantas de banana que han dado sus frutos. Los tallos de frutas de plátano, que generalmente se tratan como desechos, contienen fibras que pueden cambiar la consistencia de este tipo de alimentos.
Cuando mezclaron estas fibras -llamadas neurofibrillas de celulosa- con helado, los expertos crearon un producto que se derrite a un ritmo mucho más lento que el convencional. La adición de neurofibrillas de celulosa no solo extiende la vida útil del helado, sino que lo hace más satisfactorio al paladar.
"Las fibras podrían conducir al desarrollo de un postre más espeso y más agradable al paladar, lo que llevaría más tiempo en derretirse"; dijo uno de los autores, Robin Zuluaga Gallego en un comunicado de prensa. "Esto permite una experiencia más placentera con la comida, especialmente en estaciones del año más cálidas como verano".
Helado de chocolate. Imagen: Pxhere
Agrega cremosidad y cuerpo a la mezcla de los helados
El helado hecho con fibras de plantas de banana ofrece otro beneficio adicional: este compuesto agrega cremosidad y cuerpo a la mezcla, reemplazando parte de la grasa de la cual el helado depende para su textura.
Estos científicos no son los primeros en progresar en el frente del helado que no se derrite. Investigadores en Japón desarrollaron una mezcla similar añadiendo una proteína de origen natural que se extrae de las fresas y que une la crema y el agua del helado para hacerlo más duradero. Este descubrimiento ha sido particularmente beneficioso para algunas industrias de helado, ya que permitirá conservarlo durante más tiempo.
De cualquier modo, a día de hoy es posible aprovechar al 100% los productos orgánicos para mantener la forma sólida de los helados incluso con altas temperaturas y ser potencialmente más saludables que los que estamos acostumbrados a consumir en verano.