
Desde hace unos cuantos años, uno de los debates más extendidos es el cambio de sabor que han experimentado numerosos productos. Desde la fruta, pasando por la verdura, llegando también a los dulces, cereales y un largo etcétera de alimentos. Todos estos cambios son, en gran medida, producidos por las modificaciones que se han realizado en ellos. Incluso alimentos cultivados han variado su forma.
Un vídeo a cargo de Grubstreet ha mostrado de manera detallada cómo el ser humano ha alterado muchos de los productos que consumimos día a día. Pongamos como ejemplo la sandía, una de las frutas más consumidas en todo el mundo durante los meses de verano. Tal y como refleja el vídeo, su aspecto actual difiere muchísimo del encontrado en el siglo XVII, con semillas más grandes y un interior con más tonalidades verdes.
Grubstreet también ha dado a conocer el aspecto de la zanahoria, una de las verduras que no pueden faltar en casi cualquier plato de cuchara que se precie, o ensalada.
Siempre se ha relacionado a la zanahoria con el color naranja, aunque en el siglo X esta verdura bien podría pasar por una rama. Procedentes de Asia menor y Persia, además de tener una tonalidad más cercana al blanco o incluso dorado, los diferentes cambios genéticos realizados en las mismas las han convertido en verduras naranjas, alejándose en aspecto a las originales.
El maíz o el banana son también algunos de los alimentos que han sufrido considerables alteraciones. De hecho la banana, hace 7.000 años, poco o nada tiene que ver con la fruta que conocemos en la actualidad. Su interior estaba plagado de grandes semillas, por no hablar de un color verde característico y que en el presente pasa por el amarillo.