
Túnez es un destino perfecto para celebrar cualquier tipo de eventos, congresos y viajes de incentivos, ya que cuenta con numerosos lugares originales y es muy accesible, gracias a las conexiones aéreas semanales con las principales capitales europeas.
Desde España, Tunisair, la compañía aérea de bandera del país, dispone de varios vuelos directos semanales desde Madrid y Barcelona a la capital tunecina, de menos de dos horas, una ventaja a tener en cuenta que posibilita planificar eventos de corta duración en un entorno tan exótico como, por ejemplo, el desierto del Sahara.
Su riqueza cultural y gastronómica también es otro de sus atractivos, con una gran historia fruto de la concurrencia de civilizaciones procedentes de África, Oriente y Occidente. En total, el país presume de contar con siete lugares y monumentos cuyo valor ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En cuanto a sus modernas infraestructuras, dispone de una amplia selección de alojamientos, tanto de prestigio y reconocimiento internacional como de tipo local, con gran capacidad y equipación tecnológica y conexión wifi para acoger congresos y seminarios. Con esta completa oferta, numerosas agencias de viajes receptivas diseñan programas adaptados a las necesidades de sus clientes y a la temática del encuentro para crear el evento óptimo.
Igualmente, se posibilitan numerosas oportunidades tanto para el ocio como para la relajación, lo que aporta un valor añadido a los viajes de negocios: diez campos de golf en excelentes condiciones, más de cincuenta centros de talasoterapia, numerosas instalaciones deportivas y actividades originales de todo tipo.

En el sur, los oasis de montaña albergan parajes con grandes cascadas y cañones, y, hacia el este, la ciudad de Douz se perfila como el punto de partida ideal para adentrarse en el desierto. El Gran Erg Oriental del Sahara ofrece numerosas actividades como pasear a lomos de un dromedario, surcar las dunas a bordo de un quad, sobrevolar el desierto en un ala delta a motor o recorrer las espectaculares gargantas de Wadi Selja en el Lagarto Rojo, un tren de madera de 1920.
En esta zona se pueden organizar eventos en distintos espacios como el desierto de arena, con cócteles en las dunas contemplando la puesta de sol, para después cenar y dormir en una confortable jaima bereber, o bien, habilitar una gran jaima "caidal", que permite acoger grandes reuniones, congresos o cenas de gala con amplia capacidad. Otra opción es la de alojarse en alguno de los campamentos habilitados junto a un oasis, perfectos para albergar grupos numerosos con diversos servicios de alta gama.

Por su parte, el desierto salado de Chott el Jerid también se postula como un marco perfecto para la creación de eventos, mientras que los decorados de las películas de La Guerra de las Galaxias rodadas en esta región también pueden ser escenario de cenas, conciertos o proyecciones cinematográficas al aire libre.
Al sureste del país, los "Ksour" -antiguos graneros bereberes- son construcciones que proporcionan un entorno singular para la celebración de eventos, ya que algunos de ellos han sido restaurados y actualmente son restaurantes o alojamientos, e, incluso, pueden reservarse para uso privado.
Igualmente, la isla de Djerba es otro destino ideal con muchas posibilidades para el turismo MICE. Sus playas de arena blanca y fina en contraste con el mar turquesa, su arquitectura tradicional, sus zocos y sus viviendas crean una atmósfera única. Además, la isla cuenta con un aeropuerto internacional y numerosos hoteles de categoría superior con todos los servicios necesarios para cualquier tipo de evento y salas de reuniones de gran capacidad.
Otros espacios peculiares para celebrar eventos son los "fondouks" de Djerba, un tipo de caravasar o posada que antiguamente era lugar de acogida de comerciantes que viajaban en caravanas; las viviendas tradicionales restauradas reconvertidas en hoteles; y los característicos molinos subterráneos de aceite con bóvedas blancas. Por otro lado, el centro de ocio Parc Djerba Explore también está capacitado para acoger cenas de gala, espectáculos, conciertos y seminarios.
En la costa noreste, entre Susa y Mahdia, se abre otro abanico de sitios posibles para la realización de este tipo de acontecimientos, siendo el anfiteatro de El Jem uno de los más potentes, dado que es uno de los monumentos romanos mejor conservados del norte de África y permite organizar eventos de gran envergadura. Los hoteles de lujo repartidos por esta franja del litoral también disponen de salas de congresos y reuniones que reúnen todas las condiciones óptimas. Los pueblos bereberes de la zona pueden aportar espacios y visitas con un matiz más cultural y rústico.

En la zona norte comprendida entre Hammamet y Cap Bon se erigen espacios más modernos como el Medina Convention & Expo Center, ubicado dentro del parque temático Medina Mediterránea de Yasmine Hammamet; o el Palacio de Congresos de Hammamet, situado en un complejo hotelero. La fortaleza de Hammamet, que data del siglo XV, cuenta con un gran patio con terrazas interiores en el que poder organizar eventos con vistas a la playa y a la medina, mientras que los paisajes naturales de Cap Bon se prestan a organizar actividades de team building.
Además, en la mayoría de las zonas costeras tunecinas, se pueden practicar deportes náuticos como la vela, windsurf, parasailing, kitesurf o fly board, entre otras actividades.

En cuanto a Túnez capital, encontramos tanto la tradición como la modernidad en sus distintos espacios: el Palacio de Congresos, ubicado en el centro; el Parque de Exposiciones y el Centro de Comercio Internacional de Kram, un recinto ferial con una superficie de 40.000 m2; el Museo del Bardo; el Centro Internacional de Congresos de Utica; el complejo Tunis Arena; viviendas tradicionales adaptadas para eventos; o la antigua catedral de San Luis, en Cartago, ideal para eventos culturales, presentaciones de productos y fiestas de gala, entre otras posibilidades.
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