Viaje del mes

Morelos, una experiencia única

Es muy posible que si un español oye hablar de un lugar llamado Morelos, no sepa ubicarlo en el mapa. Si le dicen que es un Estado mexicano asentirá y muy posiblemente lo coloque en un vago conjunto que engloba las imágenes turísticas más conocidas de ese gran país: la inmensa metrópoli de México D.F., las construcciones precolombinas, Acapulco, Cancún y poco más.

Pero esta situación está cambiando. Las autoridades del Estado de Morelos, con su gobernador Marco Antonio Adame al frente, viajaron a España para dar a conocer, en la pasada edición de FITUR, las bondades de este destino de gran potencial turístico. Por cierto, que en el transcurso de la feria, una de sus rutas turísticas, la que enlaza sus conventos con la historia de Emiliano Zapata, se alzó con el premio al Mejor Producto de Turismo Activo en la modalidad Internacional. Al poco tiempo de aquello surgió la ocasión de viajar a Morelos y allí comprobar porque recorrer esta tierra brinda, efectivamente, una experiencia única.

Un viaje a la historia colonial

La ruta de los conventos de Morelos es un impresionante recorrido por el arte y la historia coloniales. La integran 14 monasterios construidos en el siglo XVI, de los cuales once se ubican en el Estado de Morelos y tres en el vecino Puebla, en las faldas del volcán Popocatepetl. La ruta fue reconocida en 1994 por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad por su elevado valor histórico y arquitectónico, destacando la importancia que tuvieron estas fundaciones en la labor de evangelización realizada por los franciscanos, los dominicos y los agustinos.

Los once conventos morelenses son: el Convento Franciscano de la Asunción en la propia Cuernavaca; los conventos dominicos de la Natividad en Tepoztlán, Santo Domingo en Oaxtepec, San Juan Bautista en Tetela del Volcán, Santo Domingo en Hueyapan y los conventos agustinos de San Juan Bautista en Tlayacapan, San Guillermo en Totolapan, San Mateo en Atlatlahucan, San Juan Bautista en Yecapixtla, Santiago Apóstol en Ocuituco y la Inmaculada Concepción en Zacualpan de Amilpas.

Todos juntos integran un monumental conjunto patrimonial, fruto del sincretismo entre la arquitectura renacentista que trajeron los españoles y la idiosincrasia de los indios. Bellos claustros y rosetones aún góticos, se conjugan con originales capillas abiertas, preferidas por los indios para los ritos. La riqueza de las pinturas murales, las portadas labradas y los majestuosos atrios dan buena cuenta de la importancia que como centros civilizadores tuvieron estas construcciones. Además de su riqueza arquitectónica y pictórica, hoy algunos de ellos albergan en su interior bibliotecas y museos, como el de Carlos Pellicer, en la Natividad, una referencia para la historia de Morelos, o el de arte sacro y el de las momias de época en el Convento de Tlayapacan.

Pero eso no es todo. En el territorio nos encontramos importantes ejemplos de arquitectura civil, antiguos hospitales como el de la Santa Cruz, en Oaxtepec, que data del siglo XVI y fue uno de los primeros en Iberoamérica o excelentes muestras de haciendas históricas como la de Cocoyoc, edificada en el siglo XVII y convertida hoy en hotel de lujo, o la de Oacalco, próxima a seguir el mismo camino.

Además, la gran belleza natural y biodiversidad de la región ha propiciado la creación de establecimientos balnearios y parques acuáticos de gran fama como el balneario de Aguahedionda, en Cuautla, con aguas clorosulfatadas de acreditadas propiedades terapéuticas; el de Almeal, situado en un entorno natural privilegiado; o el de El Bosque, situado en un paraje elegido nada menos que por los emperadores aztecas como residencia de invierno: un edén natural. Los centros vacacionales existentes e importantes centros de las culturas precolombinas, como el pueblo mágico de Tepoztlan, en medio de las montañas o Xochicalco con su pirámide dedicada a Quetzalcoatl, (también declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad) añaden todavía más posibilidades al viaje del turista.

La ruta de la Revolución: Zapata

Para los interesados en la historia mexicana de principios del siglo XX existe la llamada Ruta de Zapata, que se complementa y entrecruza con la Ruta de los Conventos. El recorrido puede iniciarse en la capital del Estado de Morelos, en Cuernavaca, en el Museo regional Cuauhnahuac, ubicado en el antiguo Palacio de Cortés, y continúa por los enclaves de Morelos, que tuvieron relación con el famoso revolucionario Emiliano Zapata, morelense también de nacimiento. Así, el viajero recorrerá Anenecuilco; Tlaltizapán, donde estuvo su base de operaciones; Chinameca, la antigua hacienda en la que cayó tiroteado víctima de una emboscada y el sitio donde reposan sus restos mortales, Cuautla. En ellos encontraremos interesantes museos dedicados al héroe mexicano.

Cómo llegar
Aeroméxico
vuela a Ciudad de México desde Madrid y Barcelona.

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