Sol, playa y surf. ¿Qué le puedes pedir más al verano? En Ericeira, población que pertenece al condado o "concelho" de Mafra, se encuentran todos los factores para un verano inolvidable. Al oeste de Portugal, en las costas bañadas por el océano Atlántico, se encuentra este pueblo marinero, considerado uno de los más bonitos de Europa. Situado a tan sólo 50 kilómetros al norte de Lisboa, se trata de un destino privilegiado para surfistas, exploradores, aventureros y para los enamorados de la gastronomía.
La belleza y condiciones de sus playas, como la de Foz do Lizandro, la playa de S. Lourenço, la de S. Sebastião o la de Ribeira d'Ilhas, las hace más que idóneas para el surf, el bodyboard o el skimming; por algo es conocida como la capital europea del surf. Además en verano hace gala a su nombre con la celebración de numerosos eventos deportivos y culturares.

Los días 29 y 30 de agosto tendrá lugar la cuarta etapa del Circuito Nacional de Bodyboard masculino y la segunda etapa de Bodyboard Dropknee. Tras acoger durante todo el año numerosas competiciones de surf, como el Campeonato Nacional de Surf masculino y femenino celebrado en marzo, Ericeira pondrá fin a la temporada en octubre, con la quinta edición de la Competición Nacional de Skimboard.
La zona costera de Ericeira -que cuenta con 8 kilómetros de playas- fue considerada por la organización norteamericana Save the Waves Coalition (Coalición 'Salvar las Olas'), como la primera reserva de surf de Europa y la segunda del mundo. Aquellos que no hayan surfeado nunca, pueden encontrar en la Estrada Nacional y la Rua de San Antonio numerosos centros de formación de deportes acuáticos, así como paseos en barco, la mejor forma de disfrutar del Atlántico. La diversidad de sus olas propicia diferentes grados de dificultad, ideal tanto para principiantes como para expertos surferos que deseen perfeccionar su técnica.

Pero no sólo el surf es el principal reclamo de Ericeira. A día de hoy, mantiene la tradición de su actividad pesquera, perfecta para probar el maravilloso pescado y marisco. En el siglo XIX, Ericeira se consideraba el puerto más importante en materias comerciales. Por el pueblo pasaban grandes barcos que manejaban productos para toda la provincia, Lisboa incluida. En sus numerosos restaurantes y marisqueiras podemos encontrar una variedad de platos como la sopa de cabozes, hecha de cangrejos y mejillones, el puré de mariscos o, para aquellos reacios a todo lo anterior, el frangi de caldeirada, a base de pollo, guisantes y condimentos. Acompañar las comidas con un buen vino portugués, modelado por las cercanas brisas del Atlántico, hará las delicias de más de uno.
Una vez abierto el apetito, podemos disfrutar de un paseo a orillas del mar. Ericeira no es solo la meca del surf en Europa, también se puede disfrutar en playas más pequeñas e íntimas, como la de Orelheira, idónea para ver un amanecer. Tampoco podemos olvidar el Parque das Furnas, un lugar más que idóneo para deleitarse con un paseo al atardecer.

Podemos aprovechar el viaje a Ericeira para conocer en profundidad Mafra, dentro de la misma región de Lisboa, donde se puede visitar el Palacio Nacional de Mafra, una de las joyas del distrito. Este monumental edificio barroco fue un regalo del rey João V a su mujer, la archiduquesa María Ana de Austria, ya que le prometió construir un monasterio si concebía descendientes. Después del nacimiento de su hija y princesa Bárbara de Braganza -casada después con el rey Fernando VI de España-, João V mandó edificar esta maravilla histórica, declarada monumento nacional en 1907.

Por último, para terminar el día en Ericeira podemos disfrutar de un agradable paseo nocturno por sus calles inundadas del olor característico del mar, con el sonido de las olas, gracias a las cuales descansaremos de un día lleno de naturaleza, playa, sol y encanto.
Más información: www.visitlisboa.com