Viaje de la semana

Galicia: seis experiencias en plena naturaleza

Perderse por los parques naturales de Galicia se ha convertido en una de las mejores experiencias para disfrutar del encanto de esta maravillosa tierra. La naturaleza salvaje y la paz que se respira en estos entornos conquistan a todos sus visitantes y los paisajes que ofrecen estos lugares son dignos de admirar.

O Invernadeiro

Enclavado en el Macizo Central ourensano, es uno de los pocos lugares que aún permanece deshabitado. Sin embargo, en sus 6.000 hectáreas de extensión todavía podemos encontrar elementos del patrimonio etnográfico e industrial pertenecientes a sus antiguos habitantes. Se trata de un espacio protegido confirmado por profundos valles y senderos que dejan a su paso redondas cumbres. Desde lo alto de los barrancos podemos observar impresionantes cascadas de este territorio donde confluyen los ríos Ribeira Grande y Ribeira Pequeña.

La mejor forma de llegar a O Invernadeiro es desde Verín, donde se toma la carretera comarcal OU-113 para después desviarse por la 04-114 y llegar a Campobecerros. Una vez aquí, ya se puede acceder al parque a través de una pista forestal asfaltada de 8 kilómetros. Al ser un entorno protegido, el número de visitantes está restringido a 30 por día, por lo que se solicita un permiso administrativo para descubrirlo, pero, sin duda, merece mucho la pena.

Las Fragas do Eume

En las 9.000 hectáreas de extensión del Parque natural de As Fragas do Eume viven menos de 500 personas. Algo que se palpa en el ambiente, pues sus exuberantes bosques en estado virgen permanecen perfectamente conservados. Se extienden por el curso del río Eume, con 100 km de longitud. Un simple paseo por este territorio se convierte en una auténtica exploración de este bosque mágico donde encontraremos robles, castaños, abedules, alisos, fresnos, tejos, avellanos, árboles frutales silvestres, laureles, acebos y madroños.

Además, en las riberas húmedas y sombrías se conserva una amplia colección de más de 20 especies de helechos y 200 especies de líquenes. El Parque tiene la forma de un triángulo cuyos vértices y fronteras son las localidades de As Pontes de García Rodríguez, Monfero y Pontedume. El acceso más frecuente se lleva a cabo desde esta última localidad, donde se puede tomar la carretera DP-6902, paralela al río Eume, hasta llegar al Centro de interpretación. No debemos olvidar que está prohibida la entrada al Parque con vehículos de moto, por lo que se recomienda llamar previamente para consultar las restricciones.

La Serra da Enciña da Lastra

Esta sierra ofrece un increíble espectáculo paisajístico es el Parque natural da Enciña da Lastra, característico por su clima mediterráneo y los suelos calizos. Las aguas del Sil han dado forma a interesantes paisajes y elementos fruto de la erosión, entre los que caben destacar las palas o cuevas que forman la mayor red de cavidades de Galicia, donde los historiadores han encontrado restos arqueológicos de la Edad de Bronce y la época del medievo.

Uno de los recursos naturales más aprovechados de este parque fue la piedra calcárea, de la que se extraía la cal viva utilizada en la construcción como base para la argamasa y para encalar las viviendas. Destacan los lugares de Covas y Biobra, justo donde se ubica el Centro de visitantes. El acceso más frecuente al terreno protegido se hace mediante la N-120, entre Ponferrada y Ourense, que atraviesa el Parque facilitando la llegada al centro de visitantes en Biobra.

El Parque natural Baixa Limia-Serra do Xurés y el Parque Nacional de Peneda-Gerês

Ambos se unen en los límites entre Portugal y Galicia formando un espacio transfronterizo único que cuenta con 267.958 hectáreas de extensión. Su singularidad ha llevado a este espacio a ser declarado Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés en 2009. Y es que se trata de un territorio que ofrece un paisaje magnífico: las sierras escarpadas se mezclan con otras de formas más suaves; los bosques frondosos contrastan con un paisaje granítico de montaña; los bolos asumen hechuras singulares y el agua está presente en forma de ríos, charcas y cascadas naturales. Los embalses ofrecen la posibilidad de remar en aguas tranquilas en el corazón de O Xurés.

Otro de sus atractivos es la amplia variedad de su fauna y su flora, ya que en estos espacios podemos encontrar más de 807 especies y cerca de 150 especies de aves como la bovina autóctona, "la vaca cachena". La forma más frecuente de llegar es por la carretera O-540, que comunica Ourense con el parque a través de municipios como Lobios o Muíños. Otra opción es tomar la A-52 y desviarse a la altura de Xinzo de Limia para continuar en dirección a los municipios mencionados.

El Monte Aloia

Fue el primer rincón de Galicia en ser declarado Parque Natural en 1979. Aquí podemos contemplar el Alto de San Xiao, que mide 629m de altura. Se trata de una espectacular obra del ingeniero forestal Rafael Areses, quien transformó este paisaje hace cien años con una exótica reforestación que incluía vegetación autóctona y otras especies como el ciprés, el abeto y cedros del Líbano, entre otras. Otro de los lugares que más llama la atención es la Casa Forestal, un curioso edificio que alberga el Centro de recepción de visitantes.

En estas montañas y senderos, se han hallado restos históricos románicos y son muchas las leyendas que encierra este monte como la que afirma que se trata del mítico Monte Medulio, escenario del suicidio colectivo de las tribus celtas antes de caer en manos de los romanos. El acceso desde Tui, Gondomar y Baiona se hace por la carretera PO-340 para continuar en dirección al monte Aloia hasta alcanzar la Ermita de San Xiao. Tras abandonar la aldea de Frinxo, encontraremos un desvío para acceder a la Casa Forestal que alberga el Centro de interpretación de la naturaleza.

El Complexo dunar de Corrubedo y las lagunas de Carregal e Vixán

Para los amantes de la ornitología el Parque natural de las dunas de Corrubedo y las lagunas de Carregal e Vixán son auténticos paraísos, ya que son importantes zonas de reproducción, migración e invernada de aves que se pueden contemplar durante todo el año. El parque abarca playas, roquedos litorales, marismas y dunas.

También es posible avistar aves en zonas de interior como bosquecillos, campos de cultivo, charcas y áreas de matorral, pero el lugar ideal para hacerlo es la laguna de Vixán donde se encuentra el observatorio de aves. La mejor época para realizar esta actividad es entre septiembre y abril, aunque en invierno un gran número de aves acuáticas emplean las lagunas para descansar y alimentarse. Destacan los patos, los cormoranes, los chorlitos dorados, las garzas reales y los cisnes, entre otras especies. La mejor forma de llegar es mediante la AP-9, a la altura de Padrón. Se toma la AG-11, en dirección a Ribeira, para continuar por la carretera DP-7304 y por la DP-7302, que nos llevará hasta el Centro de recepción de visitantes.

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