
MGWines Group (Miñano Gómez Family Wineries) ha encontrado la fórmula del éxito en un sector, vitivinícola, dominado por grandes marcas. El grupo alicantino ha apostado por agrupar viñedos y bodegas singulares, con productos de alta calidad y producciones controladas de variedades autóctonas, lo que le ha permitido diferenciarse con productos modernos de alta calidad y adaptarse a las nuevas tendencias de consumo, con un auge de la producción ecológica y sostenible. Las seis bodegas integradas en MGWines producen unas 900.000 botellas en conjunto y tienen capacidad para alcanzar los dos millones de botellas en los próximos ejercicios. "Nos queda mucho recorrido", afirma Juan Manrique, director general de la compañía. (Más contenidos en la revista digital gratuita 'elEconomista Comunitat Valenciana').
MGWines cerró 2018 con unos 4,5 millones de euros de facturación, y el objetivo es alcanzar los 6 millones este año, para dar el salto hasta 8 millones en 2020. Para ello, confían, sobre todo, en el tirón de la demanda internacional. La exportación ha pasado de aportar el 20 por ciento del volumen total de negocio en 2017 al 55 por ciento en 2018 y superará el 60 por ciento en el actual ejercicio. Los productos del grupo se venden, actualmente, en 30 mercados de todo el mundo, con especial peso de Estados Unidos y de Asia (sobre todo, China).
Además, la firma está realizando una importante apuesta por crecer en el canal retail, al calor de las nuevas tendencias y demandas del consumidor particular. "En la base de la identidad del proyecto está un estricto respeto por el medioambiente, la sostenibilidad y la biodiversidad. El 95 por ciento de los cultivos son ecológicos. Además, hemos querido 'socializar' este tipo de vinos 'de parcela', con precios no excesivamente caros, asequibles para el consumidor. Este enfoque nos obliga a ser muy eficientes, para poder competir con las grandes marcas", destaca
Seis bodegas con filosofía común
Luis Miñano San Valero -antiguo propietario de la firma de helicópteros Inaer, que fue vendida a Babcock- ha configurado un grupo desde cero desde 2010, con la integración de seis bodegas, pertenecientes a cinco denominaciones de origen. Se trata de Bodegas Lavia, con D.O. Bullas (Murcia); Bodegas Sierra Salinas, con D.O. Alicante; Bodegas Estefanía, con D.O. Bierzo; Casa Corredor, con D.O Alicante e I.G.P Tierras de Castilla; Bodegas Monóvar, con D.O. Alicante, y Venta la Vega, con D.O.P. Almansa -'territorio ecológico'-. Cada una de ellas mantiene su identidad y su producción, pero comparten fisolofía, objetivos y la estructura de gestión, ventas y comunicación.
"Con la incorporación de Venta la Vega, en 2018, damos por cerrado el proceso de crecimiento con adquisiciones, para centrarnos en la consolidación del proyecto común y su crecimiento potencial", afirma Manrique.
La nueva etapa se basa en "un nuevo concepto, slow enology, que creemos que define nuestra manera de trabajar, que combina la tradición con productos modernos y frescos, y que irá acompañado por un rediseño de la marca, para dar más peso a la familia Miñano Gómez", detalla.
"El mercado está cambiando y la gente busca experiencias nuevas. Nos queda mucho recorrido y aplicamos una filosofía de mejora continua en la definición de nuestros vinos. Cada día buscamos nuevas referencias e incorporar a nuestro portfolio productos que den valor. Cerramos 2018 con unas 40 referencias -de variedades como Monastrell, Mencía, Godello, Prieto Picudo, Alicante Bouchet, Tempranillo o Cabernet Sauvignon- e incorporaremos entre ocho y diez nuevas este año", subraya.
"En el mercado nacional nos encontramos con más barreras de entrada por nuestra apuesta por denominaciones de origen y variedades más desconocidas. A nivel internacional, el foco se pone más en el producto, en su calidad, y encontramos mayor aceptación. Estamos teniendo importantes crecimientos tanto en la zona asiática como en Europa -en Reino Unido, Alemania, Países Nórdicos y Suiza, sobre todo-", apunta el ejecutivo.
La firma tiene un equipo propio dedicado a la exportación y una red de colaboradores y socios locales en diferentes mercados. "En cada zona buscamos importadores que crean y que se impliquen en nuestro proyecto y sepan comunicarlo", detalla.
Recuperación del 'Fondillón'
"MGWines Group siempre apuesta por la alta calidad, por los proyectos singulares y por los vinos españoles, que merecen estar entre los mejores del mundo y en ello, sin duda, vamos a seguir trabajando" añade. En esta línea, se adjudicó en subasta, en 2015, los activos de Bodegas Monóvar -tras ser embargados por el banco, antes propiedad de Salvador Poveda-, MGWines ha asumido el reto de recuperar y poner en valor el vino Fondillón de Alicante, con más de 400 años de historia y una gran reputación como vino singular. Esta bodega centra el 70 por ciento de la producción de Fondillón del mundo. Se elabora con uvas variedad monastrell de cepas viejas -con un mínimo de 50 años-, recogidas en vendimia tardía y un proceso de fermentación muy lento.
"El objetivo es posicionarlo como lo que es: uno de los mejores vinos del mundo, una joya enológica que, junto al Jerez, Oporto, Burdeos y Champagne, es única, de manera que se convierta en el fiel reflejo de lo que queremos proyectar como imagen de grupo", subraya Manrique.
MGWines Group, completa su porfolio de productos con la elaboración y venta de aceite de oliva virgen extra ecológico de la variedad arbequina, bajo la marca Sucada).
"Se trata, en definitiva, de poner en valor variedades tradicionales, con una mirada de futuro. Nuestro proyecto tiene alma y queremos que se vea en cada uno de nuestros productos", concluye Manrique.
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