
El proceso de concentración que han vivido, en los últimos años, los fabricantes cerámicos, unido a los procesos de reestructuración interna, ajustes de costes y desapalancamiento, han configurado un sector más rentable, eficiente y competitivo, marcando distancias con su principal competidor, el azulejo italiano, en todos los indicadores, excepto en el nivel de precios, su asignatura pendiente. Los principales actores del sector y las multinacionales de consultoría Deloitte y PwC (PricewaterhouseCoopers) consideran que las operaciones corporativas continuarán durante el presente ejercicio, con al menos cuatro o cinco acuerdos de fusión o adquisición más, si bien con un cambio en el perfil del inversor principal. (Más contenidos en la revista digital gratuita 'elEconomista Comunitat Valenciana').
"Mientras que el ciclo de adquisiciones por parte de los fondos de private equity -capital inversión- parece entrar en su fase final, con un importante número de fondos de referencia ya posicionados dentro de compañías, los principales players industriales continúan realizando adquisiciones selectivas, para ganar cuota y eliminar sobrecapacidad", apuntó Gerardo Yagüe, socio responsable de Financial Advisory de Deloitte en Comunidad Valenciana, durante la presentación del Informe sectorial de la industria cerámica que elabora anualmente esta consultora.
En los últimos siete ejercicios, se han firmado 25 operaciones con presencia de empresas españolas, que incluyen tanto la toma de participaciones por parte de inversores institucionales -como la entrada del fondo estadounidense Lone Star en Esmalglass o la de SK Capital Partners en Halcón Cerámicas-, la compra por parte de multinacionales -el fabricante británico de tapicería Victoria adquirió Keraben y Saloni- o el crecimiento de grupos castellonenses dentro de su sector -Pamesa ha liderado varias compras que le han permitido duplicar su producción en los últimos ejercicios, entre las que destaca la de Tau Cerámica-.
El año pasado se alcanzó un récord, con la formalización de siete transacciones, protagonizadas por grupos industriales o de inversión.
Saneamiento financiero
"De cara al futuro, para que las operaciones siguen sucediéndose es importante que la optimización de la capacidad instalada, la gestión del capital circulante y la racionalización de las inversiones se conviertan en factores clave para aumentar la capacidad de generar caja del sector", destacó Yagüe.
El interés inversor de los últimos ejercicios se ha traducido en un alza en los precios de cierre de las operaciones. La valoración de las compañías más saneadas alcanza múltiplos de entre 6 y 7,5 veces ebitda, en un sector en el que las firmas posicionadas en el segmento de clientela más alto llegan a alcanzar márgenes de ebitda del 30 por ciento, "que no son habituales en la industria", apuntó el experto.
En concreto, el segmento premium -productos de alta calidad y precio- creció un 15 por ciento de forma orgánica en 2017 -ejercicio en el que se centra el análisis de la consultora- y presentó un margen ebitda del 27,6 por ciento, mientras que el de volumen creció un 17,2 por ciento, con un margen ebitda del 16,7 por ciento. Por su parte, el segmento intermedio experimentó valores de crecimiento positivos del 3,4 por ciento, reduciendo su margen ebitda hasta el 8,7 por ciento.
La industria cerámica española muestra mejores índices de eficiencia operativa que la italiana -con un uno por ciento de diferencial de margen ebitda y un 1,4 por ciento de margen ebit-. "No obstante, en Italia la gestión del capital circulante es más eficiente, en parte por su estrategia de foco en precios y márgenes, en vez de en volumen", detalla el informe.
La relevancia del tamaño a la hora de competir tiene un reflejo directo en la evolución del negocio: el crecimiento de la industria española se encuentra mayoritariamente concentrado en el 20 por ciento de las empresas de mayor tamaño, indicó Juan Corberá, socio director de Deloitte en la Comunidad Valenciana y Región de Murcia.
Impulso del mercado nacional
El sector cerámico español es el primer productor europeo por volumen -con 530 millones de metros cuadrados anuales en los dos últimos ejercicios- y el segundo exportador mundial -tras China-, con un 15 por ciento de cuota. Está integrado por unas 150 empresas -el 90 por ciento, en Castellón- y genera más de 15.000 empleos directos.
Tras varios años de crecimiento sostenido en ventas superior al cinco por ciento, gracias, sobre todo, al tirón de la exportación, en 2018 se observó una cierta ralentización, con un incremento de en torno al dos por ciento, hasta alcanzar los 3.600 millones de euros. Tres cuartas partes correspondieron a facturación en los 187 países a los que exporta, con un aumento de solo el uno por ciento, mientras que el mercado nacional mostró una clara recuperación, con una subida del 8 por ciento, hasta los 890 millones, según los datos facilitados por la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer).
Uno de los factores del impulso en el mercado español es la reactivación de la construcción de viviendas. "España es el país europeo con mejores perspectivas para este sector, con una tasa anual promedio de crecimiento esperado de 2,8 por ciento hasta 2021, una cifra que supera a la media del conjunto de la región europea, con tasas anuales próximas al 1,6 por ciento. Las certificaciones de nueva obra residencial y de fin de obra consolidan su crecimiento. A ello se une el tirón de las reformas: las grandes superficies multiproducto y bricolaje siguen presentando un crecimiento notable, del 6,5 por ciento en 2017", indicaron los expertos de Deloitte.
Frente a ello, "vivimos en un entorno global en el que siempre surgen incertidumbres. El aumento general del proteccionismo -con bloqueos a la importación y aranceles en algunos de los mercados con gran implantación en anteriores ejercicios, como Argelia o los países de Oriente Medio-, los conflictos comerciales sin resolver, las dudas sobre las condiciones en las que se producirá el Brexit o los problemas en las economías de mercados clave son factores que limitan nuestra capacidad exportadora", indicó el presidente de esta patronal, Vicente Nomdedeu. En este contexto, los fabricantes de Castellón están centrando, gran parte de sus esfuerzos, en su mercado tradicional, el europeo, y en Estados Unidos.
Europa sigue siendo el principal mercado del sector azulejero, con el 49,1 por ciento del total de las exportaciones en 2018. Los principales destinos fueron Francia -con 280,2 millones, un 7,2 por ciento más-, Reino Unido -con 158,5 millones, un 1,4 por ciento menos-, Italia -con 101,2 millones, un 4,2 por ciento más- y Alemania -con 98 millones y un alza del 9,3 por ciento-.
Reto: internacionalizar producción
Pero, sobre todo, destaca el crecimiento de las ventas a Estados Unidos, del 11,8 por ciento en 2018. La progresión de la exportación a este mercado y su enorme potencial -tanto por tamaño, como por precios medios de venta, superiores a los aplicados en otros mercados- lo han situado en el centro de las estrategias de internacionalización y Ascer estima que podría, incluso, superar el volumen de negocio con Francia en los próximos meses.
De confirmarse esta evolución, podría actuar como incentivo para que los fabricantes españoles den el salto definitivo hacia la internacionalización de su capacidad productiva, con instalaciones en otros mercados, proceso que están desarrollando, desde hace años, sus competidores italianos. Con ello, lograrían reducir la partida de gastos de transporte, muy elevada en un producto de gran volumen y peso, mejorando sus márgenes. Un panorama que cobra aún mayor sentido en un contexto en el que se está apostando por la producción de formatos de gran tamaño, líneas que están centrando gran parte de las nuevas inversiones del sector.
Entre los grandes retos de las empresas cerámicas españolas está el nivel de precios. Según los últimos datos, el precio medio de venta aplicado por las marcas nacionales es de 6,6 euros por metro cuadrado, lejos de los 13,9 euros por metro de las italianas. El sector apuesta por productos innovadores y de calidad que se comercialicen a precios mayores.
Además, defiende que su rentabilidad y competitividad están ligadas a los costes energéticos -los mayores de Europa- y a las mejoras de la conectividad, sobre todo, al Corredor Mediterráneo ferroviario.
Respecto a la previsiones para 2019, Ascer es prudente, por la ralentización del crecimiento global. "En este contexto de dificultades y de crecimientos muy bajos, es más importante que nunca seguir innovando, aumentar nuestra propuesta de valor y estar próximos a las necesidades de nuestros clientes", subrayó el presidente de la patronal.
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