
El edificio de viviendas que se está construyendo en el número 33 de la calle Almirante Cadarso, en pleno centro de Valencia, supondrá un antes y un después en la edificación sostenible y eficiente. El inmueble, promovido por la inmobiliaria Rimontgó y diseñado por ERRE Arquitectura y Adypau Ingenieros, se ha concebido como un edificio inteligente, con casas conectadas, y con soluciones arquitectónicas que van un paso más allá en eficiencia energética que las exigidas por el Código Técnico de Edificación (CTE), tanto en el exterior -que respeta la fachada histórica-, sistemas revestimiento y aislamiento, como en el interior, con calefacción (suelo radiante) y refrigeración (fan coils) que usan una combinación de energía solar fotovoltaica, geotermia y aerotermia. (Más contenidos en la revista digital gratuita elEconomista Comunitat Valenciana).
"El objetivo final ha sido garantizar el mayor confort y prestaciones para los usuarios, con la máxima reducción de consumo energético y ahorro en costes operativos, al tiempo que se reduce al mínimo el impacto ecológico del inmueble. Al decidir hacer una sola vivienda de 300 metros cuadrados por planta, las cinco viviendas del edificio se vendieron en una semana y el mismo modelo se está aplicando en otro inmueble de Valencia, en la calle Císcar número 4", destaca José Ribes, propietario y director general de Rimontgó, inmobiliaria especializada en activos de lujo e inversión.
"El diseño del sistema de energía permite que se alcancen valores muy superiores a los necesarios para obtener la máxima calificación energética existente y que ningún edificio residencial ha conseguido hasta ahora. Hemos alcanzado un nivel de calificación energética A+, inexistente aún, ya que el ministerio se quedó en la calificación A", indican fuentes de la firma.
El uso combinado de energía permite abaratar el consumo en electricidad para la calefacción y el agua caliente en más de un 70 por ciento. "Se estudiaron 37 escenarios diferentes hasta encontrar el mejor sistema energético desde el punto de vista económico, contemplando, no solo la inversión inicial, sino también el consumo esperado a lo largo de un horizonte temporal de 20 años. Una vez garantizada su viabilidad, el retorno es constante: tanto el consumo de energía primaria como las emisiones ambientales son hasta cuatro veces menores que en un edificio de nueva planta construido siguiendo las normas del CTE", explica Ribes.
El edificio suministra, gestiona y controla los accesos a la energía de forma global, lo que permite ahorrar en instalaciones, equipamientos, accesos a distintas fuentes de energía, costes operativos, consumos e impuestos. Una vez ocupado, se monitorizará la utilización real y sus consumos energéticos.
Este modelo se complementa con sistemas integrados de control, que suponen que cada usuario podrá gestionar, desde su teléfono móvil, la seguridad, funcionamiento y consumos de los sistemas de climatización y de los equipos domésticos conectados. Incluye sugerencias de funcionamiento, dependiendo de la época y de condiciones ambientales, de forma que sean conscientes de los efectos de sus hábitos de consumo sobre su economía y sobre el medio ambiente y puedan tomar sus decisiones sobre esa base.
"Sabemos que muchas soluciones no están óptimamente desarrolladas actualmente; lo hemos tenido en cuenta y hemos dejado preparado el inmueble para adaptarlo a mejoras tecnológicas futuras", apunta Ribes.
Diseño y calidad integral
El ancho de los muros es de 25 centímetros -más del doble del estándar- y las viviendas tendrán equipamientos de última generación y materiales y acabados de alta gama en todas sus estancias, fabricados por Porcelanosa.Para garantizar la exclusividad, hay una sola vivienda por planta, con un jardín central con piscina climatizada, y el garaje está preparado para el coche eléctrico, con enchufes de carga en cada plaza de aparcamiento.
"El 35 por ciento del presupuesto se ha utilizado para las instalaciones y podemos afirmar que lo que no se ve es tan bueno como lo que se ve", dice José Martí Cunquero, Socio-Arquitecto Director de ERRE, autor del proyecto.
"El sector de la construcción promete vivir una gran revolución en los próximos años, ya que se deben cumplir los objetivos que la Directiva (UE) 2018/844 del Parlamento Europeo sobre Eficiencia Energética de Edificios. Rimontgó quiere que Valencia sea pionera en estos cambios, por lo que sus nuevas promociones persiguen una solución de envolvente e instalaciones con prestaciones energéticas iguales o superiores a las demandadas por Europa, para todo su ciclo de vida", asegura el propietario de Rimontgó.
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