La Generalitat Valenciana sacará a concurso la instalación y explotación de cajeros automáticos en 95 municipios de la región que han quedado sin cobertura por parte de entidades financieras. En una primera fase, se licitarán cuatro "lotes territoriales", en los que se plantea un coste estimado de mantenimiento y funcionamiento de 10.000 euros anuales por cajero, durante un periodo de cinco años. Este plan podría ir extendiéndose a más localidades.
El gobierno valenciano lleva varios años trabajando en el diseño de acciones contra la exclusion financiera provocada por la reestructuración de las redes bancarias. En una primera instancia, intentó articular este plan junto a las diputaciones, pero, finalmente, se hará con los Ayuntamientos, que se comprometen a poner a disposición de las entidades financieras "un espacio municipal para garantizar la seguridad del servicio".
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, apuntó que se trata de un "proyecto pionero" en España, "que se pondrá en marcha en los próximos meses". Asimismo, dejó abierta la puerta a que pueda "mejorarse" en el futuro, con la puesta en marcha de "oficinas de asesoramiento financiero" en estos municipios.
Un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) concluye que, desde 2008, se ha perdido un 48 por ciento de la red de oficinas en la Comunitat y el 45,8 por ciento de municipios carece de sucursal -suman 135.814 habitantes, el 2,7 por ciento del total regional.