Comunidad Valenciana

R. Ballester: "Hay que atraer no solo al inversor externo, sino al local; que haya equilibrio en el control empresarial"

(Fotografía de Guillermo Lucas).

Rafael Ballester tomó el relevo de Perfecto Palacio al frente del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca) el pasado mes de febrero. Abogado especializado en Derecho Administrativo en los campos de Urbanismo, Contratación, Régimen Local y Medio Ambiente, el nuevo presidente del think tank alicantino con el objetivo de seguir en la línea de "reivindicación constructiva de cuestiones esenciales para nuestro desarrollo económico y social como territorio", sobre la base del "análisis independiente, objetivo y riguroso", seguiendo la línea de los diez últimos años. (Más contenidos en la revista digital gratuita 'elEconomista Comunitat Valenciana').

Ineca denuncia que la provincia de Alicante está sujeta a una falta de financiación e inversión crónica, tanto estatal como autonómica, que lastra su potencial crecimiento. ¿Cuál es la situación actual?

Nuestro último informe, refleja un crecimiento en actividad y en empleo, pero no al ritmo necesario, por debajo del ritmo autonómico y nacional. Estamos creciendo por inercia, pero no con el ritmo que necesitamos. Mientras, el análisis del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) confirma la tendencia de los últimos diez años de déficit en materia de inversión territorializada. Seguimos estando a la cola. En relación de población y PIB, estamos en el puesto 49 sobre 52 de las provincias. El déficit acumulado de los PGE en 11 años roza los 2.500 millones. La situación de Alicante la hemos bautizado como "la infrafinanciación al cuadrado". A nivel autonómico, como ya se ha puesto de manifesto, existe un problema del sistema de financiación, que todo el mundo está de acuerdo en que hay que revisar, pero no se acaba de concretar el momento ni el cómo, y ponemos el acento en que habría que revisar la metodología de cómo se confecciona un prespuesto e introducir coeficientes o criterios de ponderación para corregir las desigualdades. Es imposible que en un año el reparto de inversiones sea totalmente equitativo en términos aritméticos entre todas las regiones, pero cuando estamos hablando de periodos de cinco o diez años, es más fácil introducir algún criterio de ponderación para intentar corregir ese efecto. De hecho, con la Generalitat Valenciana tuvimos el año pasado un primer encuentro y tenemos abierta una línea, que esperamos concretar este año, para evaluar la ejecución. Tratar de sacar una segunda foto a esa foto fija inicial del presupuesto cuando se aprueba y confirmar el nivel de territorialización y de ejecución. Es una materia pendiente. Introducir mecanismos de transparencia y de participación de la sociedad civil en este tipo de cuestiones. Con la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico, trabajaremos en este proyecto. Esperamos concretarlo antes de empezar con los presupuestos de este año. Analizar el nivel de ejecución de los presupuestos de 2017. Tener herramientas para monitorizar, que nos dará información sobre los problemas de ejecución, que pueden ser de planificación o de medios. Por ejemplo, en el ámbito de la I+D+i se está generando mucho presupuesto, pero el nivel de ejecución es muy bajo. Un análisis micro de esa cuestión nos permitirá valorar qué está fallando.

¿Qué sectores están tirando más de la economía alicantina?

Tenemos bastante sectores con músculo: el turismo, tanto hotelero como residencial; el sector agrario, vinculado al agroalimentario; la logística; el transporte... Desde hace unos años, el sector de la innovación, la industria 4.0, se está consolidando como un sector propio. El reto es que, además de adquirir relevancia propia, pueda integrarse con fluidez con el resto de sectores económicos de la provincia, porque eso hará que adquiera dimensión y que el resto mejoren su competitividad. La sensación que tenemos desde Ineca es que en los sectores económicos tradicionales quizás vayamos con cierto retraso en digitalización, pero estamos viendo avances. Por ejemplo, en el agroalimentario y en el turístico -sobre todo en Benidorm, con proyectos innovadores en materia de turismo digital, de smart cities...-. Solo hay que ver la agenda económica de la provincia de Alicante para ver que hay un montón de agentes implicadísimos en esta evolución.

La proliferación de nuevos proyectos inmobiliarios en la provincia ha generado advertencias respecto a la posibilidad de repetir errores del pasado. ¿Cree que es un riesgo real?

La percepción es que aún es pronto para sacar conclusiones. La herida ha sido tan dura que enseguida surge la palabra burbuja. En muchas zonas donde el sector se ha reactivado había una demanda por satisfacer, porque la oferta nueva ha sido en los últimos años prácticamente inexistente. Y la mejora de la economía a nivel general ha hecho que se consolide nuestro territorio como destino del turismo residencial y los ciudadanos del Centro y Norte de Europa han vuelto a invertir, sobre todo en las zonas del sur y del norte de Alicante. Las entidades financieras andan con mucha más prudencia que hace unos años y parece que hay un mayor control del riesgo. Muchos de los promotores están invirtiendo su propio dinero, señal de que confían en su rentabilidad. Hay zonas en las que sigue sin haber oferta inmobiliaria.

Les Corts han aprobado el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel), pese a la oposición de los promotores y las advertencias de que generará importantes reclamaciones frente a la Administración.

Siempre que se aprueba un plan de este tipo se genera conflictividad. Ya ha pasado en otras regiones, como Baleares, Andalucía o Cantabria. En el caso valenciano, es evidente que un plan de esta naturaleza no deja satisfecho a todo el mundo. Siendo positivo para el litoral valenciano, porque es poner en valor el paisaje, va a generar actuaciones que derivarán en reclamaciones de responsabilidad patrimonial y, sobre todo, puede afectar la imagen o confianza de los inversores, tanto locales como externos, en materia de decisiones políticas urbanísticas o territoriales. El Pativel propone la desclasificación de suelos que contaban con el amparo de planes urbanísticos que habían sido aprobados con todos los informes, técnicos y medioambientales, favorables. Que se pierdan esas expectativas, afecta a la confianza en las instituciones. Una cosa que echamos de menos es la aparente ausencia de un programa de inversión para poner en valor los territorios que se pretende proteger como activo del ambiental. Parece que se van a poner en marcha programas de paisaje, pero, lo que es el Pativel como tal, no lleva aparejado un programa económico que garantice esa puesta en valor. Si a eso le añadimos que el proceso de participación ha sido controvertido y no hay consenso en temas complicados, y que la normativa sigue siendo ambigua, genera expectación sobre el recorrido. Sin perjuicio de las posibles reclamaciones económicas ante los tribunales. Tener un plan sujeto a esta conflictividad desde el inicio, no es un buen punto de partida.

Dos años después del referendum sobre el 'Brexit', ¿qué impacto está teniendo sobre la economía alicantina?

Hace un año hicimos un informe que vamos a actualizar. Se va confirmando el impacto, pero estamos todavía un poco expectantes de ver cómo se desarrolla la negociación. El Brexit, el problema catalán, y otras cuestiones externas, pueden influir. También los efectos de la guerra comercial que amenaza las relaciones entre Estados Unidos, Europa y Asia. Tenemos que ver cómo esos fenómenos macro pueden tener efectos locales, tanto en la economía española como en la regional.

Respecto a la crisis en Cataluña, hasta ahora, ¿ha tenido efectos negativos o positivos para la economía de Alicante?

En Alicante, ha habido un impacto directo claro, con el traslado de la sede del Sabadell. Pero, en general, los efectos son más indirectos. La situación genera desconcierto a nivel institucional e inversor. Al margen de la posible llegada de empresas o negocios, en general, no es buena para la economía, en un momento en el que intentamos consolidar la recuperación.

La Comunitat Valenciana se ha convertido en foco de interés para grandes inversores y fondos internacionales, que están protagonizando operaciones corporativas. ¿Cómo valora Ineca esta tendencia?

Nos hemos convertido en atractivos, lo que es una buena noticia, ligada a una buena imagen. Pero tenemos que analizar por qué se está produciendo esta creciente entrada de inversores internacionales y si hay un problema de falta de confianza del empresario dueño del negocio para continuarlo. Hay que generar confianza no solo en el inversor externo, sino también en los locales, para que exista un cierto equilibrio en el control del tejido empresarial. No podemos depender solo de inversores internacionales, cuyo mercado, al ser más amplio, hace que sus decisiones se basen en criterios externos que pueden tener un impacto en nuestra economía.

Una de las principales reivindicaciones de Alicante es la inversión en infraestructuras. ¿Cuáles son las prioridades?

Hay dos tipos de trabajo: por un lado, el físico -infraestructuras, equipamientos, poner en valor nuestros recursos- y, al mismo tiempo, temas como la fibra óptica, que si queremos hablar de economía digital, es un tema que tendríamos que tener resuelto hace mucho tiempo. Estamos totalmente alineados con la necesidad de nuevas infraestructuras, como el Corredor Mediterráneo. En cuanto al Puerto de Alicante, ha salido de pérdidas y está en revisión de su plan estratégico, para definir su rol en el conjunto de puertos del Estado. Relación muy íntima con muchos de los agentes económicos y debe seguir siendo agente estratégico para la economía provincial y como infraestructura clave para el turismo, ámbito en el que está creciendo. Respecto a la zona franca, no sabemos en el trámite en que se encuentra. Estamos ante un contexto adecuado para valorar de nuevo esa infraestructura estratégica. Se está elaborando, por parte de la Conselleria, el plan territorial de las áreas de Alicante y Elche y hay que evaluar el rol del puerto, su función, y la posiblidad de que la zona franca pueda incorporarse como un activo para el desarrollo.

¿Qué líneas de trabajo seguirá Ineca en la nueva etapa?

Vamos a seguir trabajando con rigor, generar datos solventes, e integrar en el proceso de obtención de datos a otras instituciones, públicas y privadas. Los datos oficiales muchas veces llegan con retraso. Intentar generar nuestros propios datos, que nos permitan enriquecer el proceso de análisis, y generar valor desde el punto de vista de corregir las disfunciones generadas en el proceso de recuperación económica -renta per cápita, salarios, cohesión social...-. Poner nuestro granito de arena para que las estrategias para generar riqueza también estén orientadas a corregir esos indicadores.

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