Hace un mes, la dirección de Ford dejaba abierta la puerta a la incorporación de 130 empleados en la planta de motores de Almussafes (Valencia), para cubrir la fabricación del nuevo motor 'Maverick', que se destinará a Canadá y Estados Unidos. Pero la situación ha dado un giro y, no solo no se producirán más contrataciones, sino que mañana se inicia la negociación de un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para la planta de producción de motores.
Las causas son el retraso en el lanzamiento del modelo de todoterreno 'Edge', que usará el 'Maverick', y la caída en ventas en China, cifrada en un 19 por ciento en el primer trimestre, en relación con el mismo periodo del año pasado.
En marzo de 2017, Ford Almussafes inició un ERTE en la planta de motores, tras perder la fabricación para Jaguar-Land Rover. Ha afectado a 270 personas, de forma rotatoria y estaba prevista su finalización el próximo 30 de abril. Los trabajadores han mantenido el 80 por ciento de su sueldo y la totalidad de sus derechos y vacaciones.
La decisión de prorrogar el ERTE llega tras meses de anuncios positivos para la planta de Almussafes. La fábrica seguirá produciendo el Ford 'Mondeo', en su nueva versión, desde 2019, y se encargará de la nueva versión del modelo 'Kuga', desde 2020. Una apuesta que supondrá una inversión de 750 millones.
En 2017, salieron de Almussafes 417.002 coches, el mejor registro de los últimos diez años. Las perspectivas para 2018 son mejorar este dato, gracias a la mayor demanda en el mercado europeo, que sufrió altibajos el pasado ejercicio.
En febrero, la dirección de la planta de Ford en Almussafes y los sindicatos firmaron el Acuerdo de Competitividad Horizontes 2020s, refrendado en referéndum por el 51 por ciento de la plantilla. El acuerdo recoge las condiciones económicas de la plantilla y medidas de competitividad, "con el objetivo de atraer más carga de trabajo".
