El PP "debería ser ilegalizado" por mantener, durante años, "prácticas corruptas" que "sientan en el banquillo a 126 personas vinculadas al partido, por más de 30 causas". De esta contundente manera ha reaccionado el PSPV a la confesión de uno de los cabecillas de la trama Gürtel, Francisco Correa, que ha admitido -en un documento escrito para colaborar con la Fiscalía y reducir su condena-, la financiación ilegal en las campañas de las elecciones de 2007 -autonómicas- y 2008 -generales-, a través de un entramado organizado en torno a la sociedad Orange Market. Correa apunta al expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps.
La declaración de Correa se suma a la de nueve de los diez empresarios procesados en la pieza de la trama Gürtel sobre la financiación ilegal del PPvalenciano, que se juzgará, a partir del lunes, en la Audiencia Nacional. Todos ellos -que habrían aportado fondos para las campañas a través de operaciones y facturas infladas o ficticias- han alcanzado pactos con la Fiscalía.
"Estamos convencidos, como dice Correa, de que Camps era el eslabón perdido, la X que hemos buscado años", dijo Ana Barceló, diputada del PSPV en las Cortes Valencianas. Por ello, los socialistas valencianos y el resto de partidos de la Cámara pidieron la salida de Camps del Consell Jurídic Consultiu (CJC).
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, cree probado que el PP "ha ganado las elecciones haciendo trampas", por lo que pide "asunción de responsabilidades políticas", además de judiciales, porque "el actual PPCV es el viejo PPCV".
En esta línea, el PSPV recordó que la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, siempre ha apoyado a Camps. Por su parte, la síndica de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, apuntó que "el PP, si tuviera decencia, debería hacer un profundo ejercicio de autocrítica y apostar por una verdadera regeneración democrática en el seno del partido".
Desde el Partido Popular valenciano se limitaron a apuntar que no realizan valoraciones "de causas judiciales ni de estrategias de defensa", como la de Francisco Correa.