
"Ayer asistimos al mayor fracaso de la política en la historia de la democracia; hoy, España no es la misma que ayer", afirma el presidente valenciano, Ximo Puig, que insta a Gobierno central y Generalitat de Cataluña a iniciar, cuanto antes, una negociación para buscar una solución al conflicto. "Si los actores de este proceso no son capaces de dialogar, deben apartarse", demanda Puig.
El presidente valenciano, ponente en un desayuno informativo del 'Fórum Europa. Tribuna Mediterránea', considera que el problema de Cataluña "no se puede afrontar, sin atender la crisis territorial en su conjunto. El problema catalán debería servir para acelerar las reformas que necesita todo el sistema autonómico, que está agotado y lo está, en mi opinión, por la conjunción de tres factores: la recentralización, la infrafinanciación y la distribución de las inversiones".
Puig aboga por "impulsar una España policéntrica, un Estado federal cohesionado, solidario, responsable y plural". Si bien, defiende la vía de la negociación para analizar otras posibles fórmulas. "Esta es mi opinión, pero hay otras. Y se deben discutir. Lo que no tiene sentido es el inmovilismo". Lo importante, en su opinión, es que el nuevo modelo territorial se construya "sobre un proyecto común, sin imposiciones". Puso como ejemplo el sistema vigente en otros países europeos, como Alemania.
En este contexto, el jefe del Consell plantea "al menos tres puentes para superar el problema territorial": constituir una mesa de diálogo entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña, "abierta y sin condiciones previas" -que tome como base el Estatuto de Autonomía impugnado al Tribunal Constitucional, "el último espacio de acuerdo que ha existido"-; abordar la reforma constitucional, e impulsar, de forma inmediata la reforma del sistema de financiación, "como primera condición para el resto de reformas".
A este respecto, afirmó que "no sólo tenemos que repartir mejor los recursos del Estado, sino que, de esos recursos totales, las autonomías tienen que recibir un porcentaje mayor". Asimismo, defendió la igualdad de trato para todos los ciudadanos. "Exigimos que no haya privilegios, ni de Cataluña ni de nadie. Ahora ,haberlos, haylos, pero no de Cataluña. La Comunitat Valenciana y otras están claramente perjudicadas por este modelo, y eso ya no lo discute nadie", destacó.
Para Puig, "lo inmediato, en Cataluña y en resto de España, es rebajar la tensión y recuperar el diálogo institucional. El problema no se va a resolver confrontando banderas patrióticas. Debemos evitar cuidadosamente la reivindicación de ganadores y perdedores, porque nadie ha salido victorioso. Ayer perdimos todos. La fractura sigue. La fractura ayer se hizo más grande y hay que superarla. Y esa superación precisa de gestos y de puentes, de la fijación de una agenda para solucionar la crisis territorial".
Dar pasos adelante
"Cuando el día de ayer pareciera un punto de llegada en realidad es, como comprobamos hoy, día 2, necesariamente un punto de partida", subrayó Puig, que apuntó que "si hay luz al final del túnel –y la hay- es en la vía del diálogo, de la palabra, del reencuentro con la racionalidad".
El presidente valenciano considera que, con lo acontecido el domingo, "se dio un paso atrás, cuando había que dar pasos adelante" y pidió, tanto a Gobierno central como a la Generalitat de Cataluña, una mayor capacidad de autocrítica. "No me gustan nada los discursos de las dos partes; nadie asume la más mínima responsabilidad sobre lo que está sucediendo. Si no hay diálogo, ¿cuál es la alternativa?", advirtió.
Las críticas de Puig a ambas partes se mantuvieron durante toda su intervención. "Ha surgido una interpretación meramente instrumental de los mecanismos democráticos. O se ha buscado monopolizar con prepotencia los boletines oficiales, en lugar de conquistar las mentes y los corazones con ideas y proyectos compartidos", señaló.
Puig lamentó los incidentes entre fuerzas de seguridad y ciudadanos durante la convocatoria del domingo. "Nunca la violencia es la respuesta a un problema político. No hubo referendum, lo que hubo fue una movilización de ciudadanos que querían votar. Por eso, no entiendo por qué se actuó cómo se hizo", aseguró. El presidente valenciano cree que estos enfrentamientos han generado la imagen que convenía al movimiento independentista de cara a la comunidad internacional. "Han diseñado trampas eficaces para su relato y ha faltado inteligencia política", indicó.
Reunión con De La Serna
Ximo Puig anunció que este miércoles recibirá, en el Palau de la Generalitat, al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, para presentarle la agenda valenciana de infraestructuras y pedirle que los compromisos que ha asumido con la Comunitat en los últimos meses se recojan en las dotaciones en los Presupuestos Generales del Estado. "Es hora de pasar de las palabras a los hechos; queremos cifras concretas en los presupuestos", apuntó.
El presidente valenciano defendió que las decisiones de inversión se adopten con criterios de equidad en el reparto y racionalidad económica, así como "acompasándolas con las expectativas del sector privado". Puso sobre la mesa la apuesta necesaria por proyectos como el Corredor Mediterráneo, infraestructura clave para la economía regional, nacional y europea, y que, en su opinión "simboliza el abandono" en cuanto a inversiones en la Comunitat.
Puig y De La Serna asistirán mañana, en Madrid, al encuentro empresarial organizado por la Asociación Valenciana de Empresarios para reclamar esta infraestructura, a la que se prevé la asistencia de más de 2.000 representantes del mundo económico y social a nivel nacional.