Comunidad Valenciana

Puig pide que las obras del Corredor no computen para las obligaciones de deuda y déficit europeas

Ximo Puig inauguró la primera reunión fuera de Bruselas del grupo de trabajo europeo del Corredor Mediterráneo.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha pedido a las autoridades europeas que el endeudamiento público ligado a la ejecución de las obras del Corredor Mediterráneo ferroviario "no forme parte de las obligaciones sobre deuda y déficit" que rigen para los países de la región.

Puig considera que se trata de una "excepción justificada", por el positivo impacto de esta infraestructura en términos de productividad, crecimiento de la actividad comercial, ahorros energéticos y reducción de emisiones contaminantes. En esta línea, mencionó un estudio del Instituto Fraunhofer -de 2015- que asegura que, "por cada euro invertido en el Corredor Mediterráneo, el retorno sería de seis euros en aumento del PIB".

El jefe del Gobierno valenciano instó, también, a reforzar el respaldo de los instrumentos comunitarios utilizables para su financiación, como el Mecanismo de Conexión Europea y el Plan Juncker, para dar un impulso definitivo a las obras, "sin más dilaciones, cambios de criterio ni regateo de dotaciones presupuestarias".

Puig actuó como anfitrión en la reunión en Valencia del grupo de 'Nodos Urbanos y Regiones' del Foro del Corredor Mediterráneo, la primera del grupo de trabajo que se celebra fuera de Bruselas, que lideraron los coordinadores del Corredor en Europa, Laurens Jan Brinkhorst, y España, Juan Barios.

El secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, ratificó el compromiso del Estado con esta red, que atravesará Europa, de España a Hungría. Aseguró que las obras entre Murcia y Francia estarán listas en 2019 y las que llegarán a Almería, en 2023. Para ello, hay ahora 128 contratos en ejecución y se han cancelado tres, que volverán a licitarse -uno entre Castellbisbal y Vilaseca y dos entre Castellón y Tarragona-.

Doble vía de ancho internacional

Gómez-Pomar destacó que, en el caso de las obras entre Castellón y Tarragona, se va a implantar, directamente el ancho internacional en las dos vías, "sin tener que pasar por la fase intermedia del tercer hilo", lo que "permitirá circular al tren Euromed con unos ahorros de tiempo importantes entre València y Barcelona, de unos 30 minutos", en el segundo trimestre de 2018.

Esta apuesta por la doble vía de ancho internacional supone volver al proyecto inicial, descartado por sus altos costes, y se ajusta a las demandas del empresariado mediterráneo, liderado por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), que pide que el tercer hilo sea una solución provisional.

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