Comunidad Valenciana

El 77% de los economistas creen que el proteccionismo de Trump dañará la exportación valenciana a EEUU

El 77% de los economistas de la Comunitat Valenciana creen que las medidas proteccionistas que pretende implantar el Gobierno de Donald Trump perjudicarán a las exportaciones de la región hacia Estados Unidos. Actualmente, este mercado es el primer destino de los productos valencianos fuera de la Unión Europea y el cuarto país después de Alemania, Francia y Reino Unido. Por ello, los decanos de los colegios de Alicante, Francisco Menargues, Castellón, Jaime Querol, y Valencia, Juan José Enríquez, advirtieron del posible impacto en sectores como maquinaria, calzado o cerámica.

Según los resultados de la encuesta realizada por el Consejo de Colegios de Economistas de la Comunidad Valenciana -en la que han participado 402 profesionales-, que se ha presentado en el marco del certamen Forinvest, en Feria Valencia, en una escala de 1 (ninguna incidencia) a 5 (efecto muy negativo), los economistas sitúan el efecto de las políticas de Trump sobre la exportación valenciana en un destacado 3,32, y tres cuartas partes se sitúa en la horquilla 3-5. En 2015, las ventas al mercados norteamericano alcanzaron un valor de 2.119 millones de euros, el 7% del total exportado por la región.

Los economistas están convencidos de que la política económica proteccionista de Estados Unidos, resumida con el lema 'America, primero', tendrá importantes consecuencias en el ámbito internacional. Sobre todo en el comercio internacional (6,21 sobre 10). En esta pregunta, la mitad de los encuestados se encuentra en la horquilla 7-10, anticipando el enorme influjo que la administración Trump tendrá en las relaciones comerciales.

También incidirá, aunque no tan profundamente, en el crecimiento económico mundial (5,5) y el empleo (5,41). Su efecto no será tan pronunciado en la evolución del mercado inmobiliario mundial (4,53).

¿Nacionalismo o cohesión en UE?

La encuesta también analiza la elección de Trump en clave europea. Por un lado, existe la creencia de que la nueva política norteamericana podría dar alas a los movimientos nacionalistas y abiertamente antieuropeístas que proliferan en algunos países de la Unión Europea. Sin embargo, otros observadores prevén una mayor cohesión de la Unión Europea como respuesta a las políticas norteamericanas.

Enfrentados a este dilema, los economistas se decantan sensiblemente por la segunda opción: que generará mayor cohesión en el seno de la UE obtiene una puntuación de 3,24 sobre 5, mientras que espoleará los movimientos antieuropeístas da como resultado un 3,07. En cualquier caso, son muy factibles ambas consecuencias, contrapuestas pero no contradictorias entre sí: puede ayudar a cimentar los movimientos nacionalistas al tiempo que los europeístas promueven una mayor integración como reacción al proteccionismo impulsado por la administración Trump.

En cuanto a si las medidas proteccionistas afectarán a países como Irlanda, sede de empresas multinacionales estadounidenses por su baja tributación, el promedio de respuestas se sitúa en 6,06 sobre 10. También influirá, pero menos (5,56), en los intercambios de información tributaria para perseguir la deslocalización y traslados de negocios buscando una tributación mínima.

Consecuencias en EEUU

La política industrial y comercial anunciada por Trump apuesta por atraer la producción de las empresas americanas a suelo americano, amenazando incluso con sanciones y fuertes gravámenes en casos de deslocalización. Los economistas creen que, durante el mandato del nuevo presidente americano, dichas políticas tendrán un efecto positivo en la creación de empleo (5,53 sobre 10) y, en menor medida, en la industrialización (5,19) e inflación (5,01) del país. En los tres casos, en torno a la mitad de los encuestados se sitúa en la horquilla 5-7, asumiendo que los efectos económicos internos de la política industrial y comercial de Trump serán positivos.

Por último, los economistas consideran que el endurecimiento de las políticas contra la inmigración afectará a la contratación de extranjeros, sobre todo personal de baja cualificación (4,03 sobre 5). En este caso, la respuesta es rotunda: la mitad de economistas marca la casilla del 5 y tan sólo el 15% se sitúa en la horquilla inferior (1-2). También repercutirá en los investigadores sin la nacionalidad estadounidense (3,4) y, aunque no tan significativamente, en el personal de alta dirección (2,5) y los trabajadores de alta cualificación (2,45). En esta cuestión, no hay excepciones: ni los altos directivos parece que van a tener fácil librarse de la dureza del gobierno estadounidense en materia migratoria.

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