Ikea dará continuidad a su proyecto de tiendas 'pop up' en el centro de las ciudades, con establecimientos de carácter permanente, tras las experiencias de centros temporales en Madrid y Barcelona -de 10 días, en octubre-. La compañía espera que la tienda de Valencia, que contará con entre 400 y 500 metros en el centro comercial de la ciudad, esté operativa en 2017. Además, completará su red en la región con dos centros de recogida de producto en Castellón y Alicante, similares al que ya funciona en Pamplona.
La tienda en el centro de la ciudad podrá cerrar ventas, aunque su objetivo principal es el de promoción de la oferta y asesoramiento a los potenciales clientes. De hecho, Ikea prevé poner en marcha una línea de autobús que enlazará el centro de la ciudad con su macrotienda de Alfafar, que será de uso gratuito para los titulares de su tarjeta de fidelización. Esta tarjeta se podrá tramitar en el propio autobús. El proyecto está en trámites para obtener la autorización de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio.
La directora de la tienda de Valencia, Carmen Spínola, informó de que este centro logró en su último ejercicio fiscal -de julio de 2015 a julio de 2016- un volumen de facturación de 112 millones de euros, un 5 por ciento más que en el ejercicio anterior. Este centro fue pionero en la puesta en marcha de la venta online en España, que aporta ya el 3 por ciento de su negocio total. Spínola subrayó, además, que el 80 por ciento de la plantilla de Alfafar tiene contrato fijo.
La empresa alcanzó unas ventas de 1.384 millones de euros en España en su último ejercicio fiscal, lo que supone un aumento del 8 por ciento, y mantiene su apuesta por reforzar su red en el mercado español, donde cuenta ya con 16 grandes centros y desarrolla una estrategia de expansión multicanal.