El grupo Pamesa, dirigido por Fernando Roig, logró el pasado ejercicio una mejora del 47% en su beneficio antes de impuestos, que alcanzó los 40,2 millones de euros. La entidad atribuye este impulso a la positiva evolución del negocio, con una cifra de facturación de 422 millones -un 7% más que en 2014 y por encima de la previsión anual, que era de 400 millones de euros-, así como "a un aprovechamiento de las economías de escala, mejoras de productividad y de eficiencia energética". "Todo ello ha sido posible gracias a las relevantes inversiones realizadas en los últimos tres ejercicios, que ascienden a 86 millones" -de ellos, 28 millones corresponden a 2015-, añade.
El volumen de ventas de material cerámico en el ejercicio superó los 60 millones de metros cuadrados, un 11% más que en 2014. Esto supone casi triplicar la producción del inicio de la crisis -en 2008, fue de 21 millones de metros cuadrados-.
La entidad ha logrado superar la crisis con registros positivos incluso en los peores ejercicios. El único año en que Pamesa sufrió caídas en producción y facturación y registró números rojos en la cuenta de resultados -con pérdidas de 6,96 millones- fue el 2009.
Los aumentos en producción se han traducido también en un incremento en plantilla. El número medio de trabajadores en 2015 fue de 1.163, por encima de los 1.037 del ejercicio anterior. Actualmente, la plantilla está integrada por 1.218 profesionales.
Previsión para 2016
Para el presente ejercicio, la compañía prevé superar los 430 millones de euros de facturación y mantener también una evolución positiva en resultados. En cuanto a las inversiones, quiere mantenerlas en "un nivel significativo, para seguir mejorando en la eficiencia energética y obtener mejoras de productividad".