El PSOE se ha decantado por situarse al lado del Partido Popular y Ciudadanos en su oposición a que las coaliciones autonómicas para las elecciones del 20-D participadas por Podemos (Compromís-Podemos-És el Moment, en Comunidad Valenciana; En Comú Podem, en Cataluña, y En Marea, en Galicia) puedan contar con grupos parlamentarios propios en el Congreso. El secretario general socialista, Pedro Sánchez, cree que esta presencia requeriría de una reforma del Reglamento de la Cámara, "que impide constituir grupos a aquellas formaciones que no han competido entre sí en las elecciones". Esta decisión supone un obstáculo para uno de los objetivos prioritarios de Compromís, contar con un "grupo propio valenciano" en el Congreso, y puede suponer un nuevo elemento de fricción en sus relaciones con su socio en el Gobierno de la Generalitat, el PSPV.
Los grupos afectados advierten que esta postura puede hacer que no apoyen la elección del candidato socialista a la presidencia del Congreso, Patxi López. Asimismo, recuerdan que en otros casos se ha interpretado con flexilidad el reglamento, así como que están dispuestos a renunciar a parte de sus tiempos de intervención y dotaciones económicas. Éste es otro de los argumentos en su contra, ya que, en conjunto, los cuatro recibirían ayudas públicas por importe similar a las del PP.
La líder de Compromís, Mònica Oltra, insiste en que la coalición "no es Podemos" y recuerda que así lo interpretó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría el 20-D, cuando leyó por separado los votos de cada una de las cuatro formaciones.