El Partido Popular es el vencedor en la Comunitat Valenciana de unas elecciones generales que confirman el desplome de la fuerza que ha gobernado la región durante dos décadas y el fin del bipartidismo, consolidando los resultados de los comicios autonómicos y municipales del 24 de mayo. El PP se hizo ayer con 11 de los 32 escaños en juego en la región, y, si bien los ciudadanos han mantenido su voto de castigo a la formación, con la pérdida de nueve escaños -unos 600.000 votos- respecto a 2011, lo cierto es que, bajo la dirección de Isabel Bonig, ha logrado mejorar sus apoyos respecto a la cita de mayo, aumentando desde el 27 por ciento hasta el 31 por ciento la cantidad de votos recibidos.
Pero, sin duda, la gran vencedora de la noche electoral ha sido la coalición formada por Compromís y Podemos, És el Moment, que ha logrado desplazar al PSPVcomo segunda fuerza más votada, superando a los socialistas en votos en las tres provincias de la comunidad. És el Moment ha conseguido nueve diputados, frente a los siete de los socialistas, y se convierte en el nuevo referente de la izquierda en la Comunitat Valenciana. Por su parte, Ciudadanos logró sólo cinco.
La combinación del tirón de Compromís -y de su principal cabeza visible, la vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra-, demostrado ya en mayo, y la fuerte irrupción de Podemos han convertido en un éxito la unión entre ambas fuerzas. Compromís se anota un salto exponencial desde las elecciones de 2011, en las que, en alianza conEquo, logró un único diputado, Joan Baldoví -que repite como cabeza de lista- y, además, supera con creces los requisitos -cinco escaños y un 15 por ciento de los votos- para lograr uno de sus objetivos en estas elecciones: contar con un grupo propio valenciano en el Congreso de los Diputados. De los nueve representantes que lo integrarán, cuatro pertenecen a Compromís, cuatro, a Podemos y uno es independiente -la actriz Rosanna Pastor-.
Por suparte, el PSPV ha perdido en la comunidad cerca de 200.000 votos, tres escaños, y tendrá que conformarse con siete diputados. Los seis meses en el Gobierno no han cambiado la percepción de los votantes, y el partido mantiene un porcentaje de apoyo similar al de mayo, del 20 por ciento, el peor registro de su historia en la región. Los resultados podrían tener un impacto directo en la composición del Consell valenciano, si Compromís y Podemos hacen valer sus apoyos, y, desde las bases del partido se insta a la reflexión.
El presidente de la Generalitat y secretario del PSPV-PSOE, Ximo Puig, compareció para reconocer que el partido "no está satisfecho" con los resultados obtenidos. No obstante, defendió que éstos son "honorables" y "ayudarán" a cambiar las cosas en España.
Una de las sorpresas ha sido el resultado de Ciudadanos (C's), partido al que algunos sondeos llegaron a situar como segunda fuerza en la comunidad e, incluso, como posible candidato a disputar al PP la victoria en la región. El partido de Rivera ha ido perdiendo apoyos a lo largo de la campaña electoral, y ha tenido que conformarse con 5 de los 32 escaños.
La coalición Unidad Popular, liderada por Esquerra Unida del País Valencià (EUPV-IU), y UPyD no logran respaldo suficiente y se quedan sin representación en el Congreso y el Senado, confirmando la debacle que sufrieron tras perder a sus representantes en la Cámara autonómica el 24 de mayo. Ambas fuerzas contaban, desde 2011, con un diputado por la comunidad.
Por provincias, en la de Valencia se produjo un empate entre PP y Compromís-Podemos, con cinco representantes para el Congreso cada uno. El PSPV logró tres y Ciudadanos, dos. En Alicante, el reparto se cerró con cuatro escaños para los populares, tres para socialistas y para Compromís-Podemos y dos para Ciudadanos. En Castellón, el PP también se impuso, consiguiendo dos diputados, con un empate a un escaño para PSPV, Compromís-Podemos y Ciudadanos.
En las tres, populares y socialistas pierden representación.
Investigación en Xàbia
La jornada transcurrió sin incidentes destacables en los colegios electorales. La anécdota con más repercusión se produjo en Xàbia (Alicante), donde el presidente de una mesa electoral habría depositado su voto y un segundo, en nombre de su hermana. La Guardia Civil precintó e invalidó la urna e investiga un posible delito electoral.